Gonzalo Tejada edita su repertorio del último Jazzaldia

Gonzalo Tejada ha plasmado en Encore, su sexta entrega, un repertorio "ensayado y estrenado" en el último Festival de Jazz de San Sebastián, y compuesto por cinco temas propios y dos de Dani Pérez. Aunque en el álbum, grabado bajo supervisión de Jean Phocas y publicado por Laida, subsello de Elkar, "hay mucho más de lo que parece de apertura a la improvisación, a las estructuras abiertas".

"Es un disco muy completo, con unas características propias, que no imita a nadie, que tiene un repertorio propio muy enraizado en toda la tradición que ha podido influir en mí, desde cosas de Euskal Herria hasta cosas de Australia, y con un alto nivel interpretativo. No voy a pecar de falsa modestia", adelanta un músico que cierra su reflexión presentando Encore como "un cedé muy significativo en lo que es el panorama jazzístico estatal, y diría europeo".

El contrabajista donostiarra reparte méritos y agradecimientos entre sus compañeros de grabación, el trompetista estadounidense Chris Kase, el guitarrista Daniel Pérez, el pianista Iñaki Salvador y el batería David Xirgú, y revela que "la mayoría son tomas únicas y primeras tomas, porque en este tipo de música no es posible prácticamente la edición, el montaje, el doblaje. Se abren los micrófonos y lo que ahí se dice, ahí queda".

Tejada, profesor del Centro Superior de Música del País Vasco, Musikene, asegura que se trata de "un repertorio que puede llegar a un gran público, si se escucha con una mentalidad abierta". Aunque es consciente de que "mostrar estos productos en sitios donde haya un quórum y un interés de la prensa y del público, no es fácil". "Por eso quería pedir a todos los festivales de jazz estatales", prosigue el músico, "que incluyeran en sus programaciones principales músicos estatales. Sigue habiendo un poco de complejo".

En el caso de los festivales que se celebran en Euskadi, el contrabajista reconoce que los de Getxo y San Sebastián "apoyan bastante" la promoción de los músicos españoles, aunque señala al de Vitoria como ejemplo de aquellas muestras en las que "es prácticamente imposible ver programados músicos estatales". "Y además, repiten mucho los artistas, su programación es poco interesante y reciben una subvención importantísima del Gobierno vasco", concluye.