Se buscan directivos dispuestos a vivir en otro país

Los directivos están obligados a tener una visión internacional de sus negocios si quieren triunfar en un mundo cada vez más globalizado. Es una frase que repiten los profesores de gestión empresarial de todo el mundo a sus alumnos y que ha calado en la élite empresarial europea. Los ejecutivos se han acostumbrado a vivir largas temporadas en el extranjero. Una encuesta de la Asociación Europea de Escuelas de Negocios (CESM, en sus siglas en inglés), que agrupa a 17 centros incluido el español Esade, calcula que el 40% de sus alumnos de la última promoción ha trabajado al menos cinco años fuera de su país de origen y uno de cada tres lo ha hecho en un mínimo de tres países diferentes por periodos superiores a los seis meses.

Uno de cada tres encuestados ha vivido en al menos tres países diferentes por un periodo superior a los seis meses

Estos datos deben ser matizados, pues los estudiantes de las escuelas de negocios suelen dominar varios idiomas -hablar inglés es un requisito para entrar en la mayoría de estos centros y el 90% de sus alumnos habla al menos tres-, están acostumbrados a desenvolverse en un ambiente internacional -en las escuelas conviven alumnos de muchos países diferentes y el 80% y el 75% de los licenciados trabaja en firmas multinacionales- y es habitual que estudien en otro país donde luego encuentran trabajo.

A pesar de todo ello, los 1.700 alumnos encuestados para este trabajo no consideran que la experiencia internacional sea el aspecto clave para progresar en su carrera profesional. Esta característica ocupa el cuarto lugar y es reseñada por el 33% de los encuestados, que consideran más importantes, por este orden, la capacidad de adaptarse a los cambios y de gestionar varios proyectos al mismo tiempo, la habilidad para relacionarse, el conocimiento de otros idiomas y la flexibilidad.

El estudio también constata que los alumnos de estos centros de posgrado no tienen grandes problemas para encontrar trabajo. El 80% de los alumnos de la última promoción de estas escuelas había firmado un contrato de trabajo antes de acabar estos estudios. Su salario medio es de 37.000 euros anuales. Estos profesionales han encontrado trabajo como consultores (26%), auditores (11%) y en el sector bancario (8%), sobre todo, pero también en la Administración pública, en empresas de bienes de consumo, industria y transporte y logística.