Euskaltzaindia y la política lingüística

A la vista de la publicación el pasado día 29 de mayo, de una información titulada "Euskaltzaindia cuestiona la política del Gobierno por limitada", con el subtítulo "La Academia de la Lengua Vasca acusa al gobierno central de 'ignorar' los tres idiomas cooficiales", el abajo firmante, miembro numerario de esta institución y secretario de la misma quiere hacer constar los siguientes extremos.

Ante la petición de una periodista de este diario sobre la opinión existente entre los académicos respecto a los resultados de la última encuesta sociolingüística realizada por el Gobierno vasco, me ofrecí a responder a las preguntas que me formulase por escrito. En las respuestas escritas enviadas a la periodista, en todo momento dejé claro que realizaba mis manifestaciones a título individual, precediéndolas siempre de palabras como "pienso", "considero", "me parece" que indican meridianamente que en ningún momento podían atribuirse mis afirmaciones al conjunto de la Academia.

Aunque suele ser habitual en la práctica periodística abreviar algo las preguntas a causa de la falta de espacio, en este caso debo manifestar que, al reflejar mis declaraciones recortadas, llevan al lector a pensar que existe un enfrentamiento entre Euskaltzaindia y las administraciones públicas que financian su labor.

Como la generalidad de las instituciones y entes culturales, la Real Academia de la Lengua Vasca tan sólo se posiciona ante los sucesos culturales y sociales cuando el conjunto de sus miembros, reunido en Pleno, o, por delegación, su Junta Directiva, realizan un comunicado público sobre un tema de su competencia. Fuera de esta situación, sus miembros, obrando como el resto de los ciudadanos, son enteramente libres para expresar sus opiniones, siempre bajo su estricta responsabilidad, sin que ello implique que la Academia en su conjunto las suscriba.

Quiero, pues, subrayar que mis palabras han sido expresadas personalmente, con la intención de aportar ideas para una optimización en el uso de los recursos públicos en favor de la protección y el desarrollo del euskera y del resto de las lenguas cooficiales de España, y sin ánimo de ofender a nadie.