El pleno del Congreso anula definitivamente el trasvase del Ebro

El Congreso puso ayer punto final al trasvase del Ebro. Casi un año después de que el Gobierno paralizase la obra con un decreto-ley, el pleno del Congreso ratificó la anulación del trasvase al levante en la reforma de la Ley del Plan Hidrológico Nacional. Para el PP, el único grupo que se opuso, el de ayer es sólo un punto y aparte en una obra que considera necesaria y que se construirá "en un día no muy lejano".

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, declaró visiblemente satisfecha que la cancelación "supone el primer tramo de un largo camino" hacia una política con "obras menos conflictivas y más racionales". Los socios del PSOE, Izquierda Verde y ERC, apoyaron el proyecto, pero criticaron que se mantenga la conexión entre los ríos Júcar y Vinalopó, en Valencia. La portavoz de Esquerra, Rosa María Bonàs, subió a la tribuna con una camiseta contra este trasvase. En el palco de invitados, la plataforma de defensa del Ebro aplaudía estas intervenciones. CiU, PNV, Chunta Aragonesista votaron a favor.

El tono complaciente acabó con la popular María Angels Ramón-Llin, que acusó al Gobierno de realizar "la peor política hidrológica de todos los tiempos, basada en el cinismo y las mentiras" y auguró poca vida a la reforma: "Algún día no demasiado lejano habrá algún trasvase en España, y seguramente del Ebro". Ramón-Llin afirmó sin dar nombres que muchos dirigentes socialistas apoyan el trasvase. "Recuerden, y nunca lo olviden, que ganaron las elecciones por otras razones que conocen perfectamente", sostuvo ante el murmullo de los pocos socialistas presentes en el debate. El presidente del PP, Mariano Rajoy, afirmó a la salida que la derogación es "mala para todos" y señaló que sólo había ganado el Mediterráneo, que recibirá "la mucha agua que sobra".

La sequía que vive España estuvo presente en el debate (pese a que ni el trasvase ni las desaladoras que le sustituyen podrían funcionar antes de 2007). Ayer mismo, la comisión del trasvase Tajo-Segura acordó llevar 37,5 hectómetros a Murcia. La Junta de Castilla-La Mancha afirmó que la decisión era imprudente. El próximo envío, previsto para julio, lo tendrá que decidir el Consejo de Ministros, debido a la escasez de agua en los embalses que abastecen al Tajo-Segura.