Festival alcista
Los mercados de valores vivieron ayer una jornada alcista en la que la mayoría de los índices superó con facilidad el 1%.
El Ibex 35 subió el 1,31% y cierra en 9.550,80 puntos, a menos de 100 del máximo anual. Desde el mínimo relativo del pasado 27 de abril, 8.985,00 puntos, el mercado español ha subido el 6,30%, coincidiendo con la caída de la rentabilidad de la deuda que se encuentra en mínimos históricos. En Estados Unidos la rentabilidad del bono a 10 años bajaba ayer a los niveles de abril de 2004.
Esta situación de los mercados financieros contrasta con la evolución del precio del petróleo, con más de una semana de recuperación, y con los indicadores económicos, la mayoría de los cuales apunta hacia un enfriamiento o ralentización del crecimiento.
Ayer mismo, el BCE redujo sus previsiones de crecimiento para este ejercicio hasta el 1,4% desde el 1,6% previo, al tiempo que se anunciaba que el PIB del primer trimestre creció el 0,5% y un 1,3% en tasa interanual, y que la Comisión Europea rebajaba sus estimaciones para el segundo trimestre en una décima.
La enorme liquidez del sistema y la ausencia de alternativas a la renta variable vuelven a ser la explicación casi unánime a este último tirón de las bolsas, en las que el papel empieza a ser un bien escaso, aunque sea a rachas. Los inversores parecen haber asumido, o descontado, que el crecimiento económico va a ser irregular en los próximos trimestres y aprenden a convivir con ello. Aun así, la situación exige actuaciones rápidas, por lo que la volatilidad puede aumentar en las bolsas a corto plazo.
Los mercados de la eurozona tuvieron un comportamiento monocorde, con subidas del 1,40% en París y del 1,49% en Francfort, mientras que Londres ganaba el 0,95%.
La Bolsa de Nueva York también se sumó al festival alcista, a pesar de que el índice de actividad manufacturera bajó en mayo hasta 51,4 puntos desde los 53,3 de abril. El Dow Jones acabó finalmente con una subida del 0,78% tras un problema técnico de última hora que complicó el cierre.
