Nadal fascina a América
La federación estadounidense elige la imagen del mallorquín para promocionar sus torneos del verano y el Open de EE UU
Con sus pantalones piratas, su camiseta verde sin mangas y su pañuelo de Nike en la cabeza, Rafael Nadal rompe moldes. A su incuestionable talento le une algunas características vitales que le convierten en uno de los jugadores más seguidos del circuito, a pesar de que todavía no ha ganado ningún Grand Slam. Su imagen de luchador aguerrido en la pista, pero de persona sincera y amable fuera de ella, ha dado la vuelta al mundo. Pero ahora, la USTA (Federación Estadounidense de Tenis) va a iniciar, después del torneo de Wimbledon, una amplia campaña de promoción por Estados Unidos para publicitar sus torneos de verano y el mismo Open americano, en la que van a utilizar, entre otras, la imagen del tenista mallorquín.
"En París le llaman 'Jerónimo'. Las mujeres le quieren, y a los chicos les gustaría ser como él"
"Vemos en Nadal muchos valores en los que se identifica la juventud estadounidense", asegura David Newman, director de comunicación de la USTA. "Las mujeres le quieren y a los chicos les gustaría ser como él". Concretando un poco más, Newman define así los rasgos que los norteamericanos ven en Nadal: "No es que veamos más de lo que ya ha descubierto todo el mundo. De entrada, tiene un talento increíble para jugar al tenis. Es ya el número dos de la Race (clasificación por puntos) con sólo 18 años. Pero a su tremenda garra dentro de la pista une el hecho de que demuestra que se divierte cuando está jugando. Es fuerte, firme de cabeza. Y es un chico que engancha".
Los dirigentes de la USTA descubrieron a Nadal en la final de la Copa Davis del año pasado en Sevilla. "Ya sabíamos que era un buen jugador. Pero cuando se enfrentó a Roddick y jugó a aquel nivel, con aquella seguridad, nos impactó. Descubrimos que era muy especial". Newman está convencido de que el impacto de Nadal en Estados Unidos va a ser brutal y cree que "puede ganar montañas de dinero fuera de la pista si su imagen se asocia a alguna gran compañía estadounidense -Coca Cola, Sony PlayStation, Pepsi-, porque tiene presencia, juventud y éxito".
Sin embargo, la intención de la federación estadounidense de tenis tiene algunos objetivos subliminales. El primero es conectar a través de Nadal con un sector de la sociedad cada vez más emergente: los hispanoparlantes. "No hay ningún negocio en Estados Unidos que no se plantee muy seriamente este mercado", asegura Newman. "Y en la federación no podemos olvidarlo". Alrededor de 24 millones de personas practican el tenis en aquel país y una tercera parte de ellos son de habla hispana. Y el porcentaje está creciendo. "Nosotros no podemos olvidarnos de eso, porque son un tremendo potencial de futuros practicantes y, además, un mercado que hay que cultivar".
La USTA invertirá tres millones de dólares (algo más de 2.452.000 euros) en la campaña publicitaria que abarcará los torneos de Newport, Indianápolis, Los Ángeles, Washington, Montreal, Cincinnati, Long Island y el Open de Estados Unidos. Son los torneos que componen el circuito estadounidense que la USTA ha creado, paralelo al ATP Tour, y cuyo campeón se proclama en Nueva York. La campaña abarcará presencias en televisiones estatales, cartelería, folletos publicitarios, campañas en radio y en revistas y prensa escrita. "Utilizaremos algunos motes que definan a los jugadores. A Nadal le apodaremos The Wonder Boy (el chico maravilloso). Pero en la campaña utilizaremos también la imagen de Federer, Safin, Moyà, Roddick, Agassi, Sharapova y las hermanas Williams entre otros", explica Newman.
El impacto de Nadal en Estados Unidos puede resultar brutal. Ayer en París, alguien le gritó: "¡Jerónimo!". Y es que da la impresión de ser irreducible, algo así como el paradigma del sueño americano. Su imagen dará la vuelta al país, porque el tenis tiene unos impactos puntuales que en la final femenina de 2002, ofrecida en prime time, entre las hermanas Williams, alcanzó los 100 millones de telespectadores. "Ya ahora es un tenista seguido. Pero queremos que cuando vaya a Nueva York, la gente le reconozca por la calle como ocurrió ya con Borg y pasa con Federer".
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