Colonial vende el complejo Barcelona 2 por 207,5 millones

El complejo Barcelona 2, cuya venta ha puesto en pie de guerra a los vecinos afectados, ya tiene nuevos dueños. Colonial, inmobiliaria de La Caixa, se desprendió ayer del conjunto de edificios, fiel a su objetivo de centrarse en el negocio de oficinas, vender el patrimonio no estratégico y reducir deuda. El complejo, por el que las firmas Patrirent y Patron han pagado 207,5 millones de euros, cuenta con 244 viviendas de alquiler, 700 plazas de aparcamiento y 34.815 metros cuadrados de oficinas y comercios, con fachada a las calles de Sabino Arana, Gran Via de Carles III y la Diagonal.

Mientras las sociedades compradoras, lideradas por Valentín Bascuñana (Patrirent) y Xavier Faus (del fondo de capital riesgo Patron) resolvían los flecos, los vecinos que se verán afectados por la transacción inmobiliaria -en función de cuándo venza su contrato de alquiler- continuaban ayer con sus protestas, a pocos metros de la sede de La Caixa. Del total de pisos, en 38 casos los inquilinos tienen contratos indefinidos, frente a 192 temporales, de cinco años de duración, según Lluís Arcusa, representante de los vecinos.

Los nuevos propietarios lanzaron un mensaje conciliador a las más de 800 personas que viven en los pisos que han cambiado de manos: "Dialogaremos con los vecinos, a los que ofreceremos la posibilidad de comprar los pisos. Nuestro propósito no es especular con las viviendas, aunque tampoco queremos perder dinero", explicaron.

Eso significa que los vecinos que quieran comprar deberían pagar el mismo precio que Patrirent y Patron, más de 4.000 euros el metro cuadrado, según los propios compradores, cifra que no confirmó Colonial. Éstos contactarán con varias entidades, empezando por La Caixa, para ofrecer a los afectados financiación en condiciones favorables.

Los vecinos replican que no pueden pagar esa cantidad y amenazan con nuevas protestas. Los afectados negociaron un acuerdo con la inmobiliaria Espais, que inicialmente había ofrecido 208 millones de euros, pero que luego, tras hablar con los vecinos y siempre según éstos, se avino a elaborar una oferta por algo más de 180 millones. Esta segunda oferta, cuya existencia niega Colonial, incluía una reforma de las viviendas: una parte de los pisos serían de protección oficial, que adquirirían los vecinos de menor capacidad adquisitiva. Los vecinos con más recursos compensarían el coste.

Patrirent -que asume de forma directa el 30% de la operación, mientras otro 30% del dinero lo ponen sus socios de forma individual, y Patron, que planea invertir 500 millones en Madrid y Barcelona, aporta el 40% restante- harán negocio con los locales comerciales y las oficinas. Su idea es quedarse aproximadamente un tercio de ellos como patrimonio, y vender en medio año los dos tercios restantes. Llegado el momento, la prioridad la tendrán los comerciantes. Entre los socios de Patrirent están las familias Costafreda (Panrico), Godia (Acesa), y Josep Martínez-Rovira (vicepresidente de Media Planning), entre otros.

Con esta operación, Colonial adelanta dos años el cumplimiento de su objetivo de reducción de deuda, del 48%.