Arango resucita al Mallorca

El Mallorca buscará esta noche, ante el Betis, culminar su escalada por la permanencia en Primera División. En el tramo final de la Liga, en los últimos seis partidos, el equipo dirigido por Héctor Cúper ha sumado 14 de los últimos 18 puntos en liza. Una racha de cuatro victorias y dos empates que lo ha situado fuera de los puestos de descenso por primera vez desde la sexta jornada, con un punto de ventaja sobre el Levante. Tan sólo un mes atrás, a falta de siete encuentros para el desenlace liguero, el Mallorca estaba desahuciado, a once puntos de la salvación.

Para rematar la faena, al equipo balear le basta con igualar el resultado del partido que disputarán, a la misma hora, Villarreal y Levante, en el otro de los duelos cruzados que definirán, en la última jornada del campeonato, las posiciones de Liga de Campeones y el descenso a Segunda.

La afición mallorquinista todavía se frota los ojos, incrédula ante el cambio de chip que han hecho sus jugadores. Espoleados por Cúper, los mismos que durante buena parte de la temporada sólo han sido capaces de transmitir debilidad y, peor aún, indolencia, se dejan ahora la piel en el campo, exhibiendo ansias de gol y destellos de fútbol radiante.

Los protagonistas de la transformación son Víctor Casadesús, el recién estrenado delantero de la cantera que ha anotado tres goles en seis partidos, Farinós, que por primera vez en lo que llevamos de temporada dirige el juego del equipo con criterio, o Campano, que ha recuperado su capacidad de desbordar por la banda derecha. Por su parte, el japonés Okubo pone goles y velocidad arriba.

Pero quien está viviendo con especial intensidad este eléctrico final liguero es el venezolano Juan Arango, que será recordado como uno de los protagonistas del campeonato por la agresión que sufrió, en la jornada 29, por parte del defensa del Sevilla Javi Navarro. Tras recibir un brutal golpe en el rostro durante la disputa de un balón, Arango perdió el conocimiento y sufrió una crisis convulsiva sobre el césped de Son Moix. Pese a que, en un primer momento, se temió por su vida, el delantero del Mallorca se recuperó después de permanecer dos días ingresado en cuidados intensivos.

Su reaparición en la jornada 34, ante el Espanyol, coincidió con el mejor momento de juego de su equipo. Arango salió a disputar los últimos veinticinco minutos, disparó tres veces a puerta con peligro y marcó un golazo desde 30 metros para hacer realidad la remontada del Mallorca. En estos últimos partidos, su aportación al ataque balear se ha convertido en indispensable. Para certificar su definitivo restablecimiento, el domingo pasado marcó de nuevo, esta vez ante el Depor, en Riazor, rubricando la decisiva victoria que sacó al equipo del abismo.