El líder gallego dice que abordará su sucesión tras las elecciones

El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, que con 82 años se presenta por quinta vez al cargo, señaló ayer que tras las elecciones del 19 de junio se abordará con su "arbitrio" el proceso para sucederle al frente del PP gallego. Fraga no despejó la incógnita sobre el tiempo de su permanencia en la presidencia autonómica en caso de que obtenga una nueva mayoría absoluta, y contestó, con su habitual coletilla religiosa, que continuará en la Xunta "hasta que Dios disponga".

En una entrevista en Televisión Española, el dirigente del PP gallego confrontó los "bandazos" del BNG a la hora de renovar a su anterior candidato, Xosé Manuel Beiras, con el relevo "preparado" de su formación.

Fraga reconoció la importancia de los resultados de estos comicios más allá de la comunidad autónoma y respondió con brevedad a la pregunta de si esta cita resulta más trascendental para el presidente del PP, Mariano Rajoy, o para la formación en Galicia: "Todos nos jugamos algo". Y agregó: "Todos nos jugamos lo mismo: más Galicia y más España".

Al igual que el día anterior, el candidato del PP calificó de "payasada" la fotografía que se hizo el jueves pasado el candidato socialista, Emilio Pérez Touriño, en el interior de un gimnasio. Y, por si restaban dudas sobre las peticiones que le han dirigido para que participe en un debate a tres durante la campaña, señaló que no habrá tal porque "serían dos contra uno". Aunque añadió rápidamente: "Yo les puedo a los dos". "El debate está en la calle y en los actos gigantescos, en los que el pueblo está demostrando que no ha cambiado de sentido común", aclaró.

No habrá denuncia

Fraga también aclaró que no demandará a Burla Negra, una plataforma de artistas creada al albur de la movilización ciudadana por la catástrofe del Prestige, por una serie de cortos cinematográficos críticos con su Gobierno que se han agrupado bajo el título Hai que botalos (Hay que echarlos). El día anterior, en Santiago, Fraga dijo que había ordenado a la asesoría jurídica que estudiase si procedía alguna acción legal por el contenido de la película. Ayer lo descartó porque contribuiría a dar "mayor publicidad" a sus autores, a los que acusó de ejercer una crítica a su labor de "modo injurioso e injusto".

Sobre la reforma del Estatuto de la Comunidad Valenciana consensuada por el PP y el PSPV, aseguró que es más fácil pactar en aquella comunidad porque allí no hay nacionalismo. "Yo ya he felicitado a mi compañero y muy querido amigo el señor [Francisco] Camps por haber tomado esa decisión. Allí tienen la suerte de no tener un partido nacionalista y ha sido más sencillo", indicó.