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Columna
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Tiene cura

Gracias a la diligente acción de unos amigos que me han suministrado el contacto, estoy en condiciones de ¡ayudar! Y hasta de ¡redimir! Es milagroso. Como si los poderes de la corona de espinas de Carod me hubieran sublimado. Por cierto, allí en Jerusalén las venden los cristianos a puñados, junto con cruces tamaño natural. Lo cual, en sí, es una bagatela: en comparación con Lourdes, donde hay botellas de plástico para agua bendita en forma de virgen, cuya cabeza se desenrosca; y en el Vaticano se venden felpudos para baño con la efigie de Juan Pablo II; y en Baalbek, los devotos chiíes proporcionan retratos tridimensionales del venerado Alí, maquillado y con una túnica como para salir en el Barcelona de Noche cantando La Bien Pagá. A lo que iba. A la ayuda o aviso. Que es la que sigue:

¡Frenad, oh gays, vuestros preparativos de boda, pues lo vuestro puede arreglarse! ¡Hay cura! ¡Tenéis remedio! Tal es la buena nueva que anuncia el portal Courage Latino, que al principio tomé por una sucursal de radio Gladys Palmera, pero era yo una errada, pues trátase del brazo hispano de Courage, "un apostolado de la Iglesia Católica Romana cuyo propósito es ministrar [sic] a aquellos con atracciones hacia el mismo sexo y a sus seres queridos". Por lo que he leído en el portal www.courage-latino.org, esta organización, que fue fundada allá en Nueva York por el padre Harvey (con la bendición de Juan Pablo el Prolongado) tiene su rama latina nada menos que en Cuernavaca, Estado de Morelos (México), do antes los cónsules bebían mezcalito y morían alcoholizados pero dignos. Ahora no. Ahora tienen a un padre Buenaventura que se dedica a curar a los homosexuales de cualquier sexo, y no les vitupera, sino que les acoge, a cambio de que piensen que el follar es algo más lejano aún que el Más Allá. Ha conseguido con mucho esfuerzo lo que nosotros ya teníamos hace años, es decir, que homosexuales se comporten "como seres normales y se casen y tengan hijos".

Así que ya sabéis. Dejad las listas de bodas, abandonad el bordado de ajuar y no pidáis presupuestos a Salones de Bodas y Bautizos. Courage Latino os devolverá la falta de identidad en un pis-pás. Me parece lo más en horror posmoderno.

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