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Reportaje:FÚTBOL | Final de la Liga de Campeones

El goleador camuflado

Autor de cinco tantos entrando en diagonal desde atrás, Luis García se ha convertido en el arma secreta del club inglés

Diego Torres

Los periodistas italianos preguntan a Rafa Benítez: "¿Cissé?", ¿Baros?", "¿los dos?", "¿de quién deberán preocuparse Maldini, Nesta y Stam?". Y él despista: "Igual juegan los dos". Pero los reds han quedado los quintos en la Liga inglesa por, entre otras razones, no tener rematador. Si están en Estambul no ha sido gracias a un delantero esencial -Baros ha marcado dos tantos-, sino porque Luis García, como falso volante, ha firmado cinco goles.

García estaba atormentado a principios de curso. Por primera vez, a sus 27 años, se veía con la responsabilidad de meter goles. El Liverpool había perdido a Cissé y Baros por lesión y Benítez no tenía a nadie que empujara los centros. El más preparado para esa función era García, que comenzó fallando muchas ocasiones, lo que le llenó de ansiedad. Todo se resolvió cuando se retrasó al medio campo. El suyo es un caso de mayor efectividad cuanto mayor es la distancia del área a la que actúa. Cuando se recuperó Baros, el goleador siguió siendo él.

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Ian Rush, máximo realizador de la historia del Liverpool, afirma que el secreto de García es que sabe coger la espalda a los centrales en la segunda jugada: "En el esquema del 4-4-1-1 aparece como un volante por la derecha y eso le ayuda a desmarcarse en diagonal hacia el área para llegar con claridad al remate. Contra el Chelsea se benefició del desajuste que causa su punto de partida en la defensa rival. Gerrard, que, en teoría, partía como segundo delantero, se dedicó a marcar a Lampard".

Dos de los goles de García han valido por cuatro: el que le hizo al Chelsea y el que le endosó a la Juve. El que marcó al equipo de José Mourinho, que pudo ser medio gol -el balón no traspasó del todo la raya-, pero valió, fue el único en los 180 minutos de la semifinal. Su aparición por sorpresa a la espalda de Ferry y Carvalho resultó decisiva para apuntillar el tiro de Baros: "Me desmarqué por si Gerrard me veía. Le pasó la pelota a Baros, pero yo seguí la jugada. Hubo un gol igual contra el Everton. Disparó Morientes, el balón dio en el larguero y yo lo rematé. Partir desde atrás me ayuda. Si estoy arriba, encuentro menos espacios y tengo a los defensas pegados. Si recibo entre líneas, tengo más claridad. Yendo en diagonal desde la banda, a los laterales se les hace difícil seguirte porque dejan espacios y el central, que tiene que marcar a Gerrard o al punta, no te recibe en superioridad numérica".

"Benítez me utiliza un poquito de enganche", explica; "aquí se juega siempre 4-4-2, con dos puntas o uno solo y sin referencias. El mediapunta, que se usa mucho en España, en el 4-2-3-1 típico del Barça, no se ve. Esa función la hacen los jugadores de banda, que pueden coger muchos balones. Por filosofía del fútbol, se hacen movimientos diferentes. Yo puedo jugar en las bandas o como media punta".

Sin jugar en punta y con múltiples obligaciones defensivas, García es el goleador camuflado del Liverpool. Y en esta edición ha superado a gente tan acreditada como Ronaldo (1), Rooney (3) y Crespo, Raúl y Eto'o (4).

Luis García es observado por Rafa Benítez durante la sesión preparatoria de anoche.
Luis García es observado por Rafa Benítez durante la sesión preparatoria de anoche.REUTERS

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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