Puntualizaciones

Con el título Indignación, EL PAÍS del 21 de mayo publica una carta firmada por don Eugenio Suárez Palomares, en la que con el argumento de "reflexionar sobre algunos límites de la abogacía" censura el hecho de que quien esto escribe "ha prestado su saber al servicio de un procedimiento en Inglaterra en apoyo de narcotraficantes" y que "ha alegado la condición de ex juez para reforzar su opinión" cuando "no es juez" y "el título ha dejado de existir" porque "está privado de ella".

Ante los errores -conscientes o inconscientes- que el señor Suárez Palomares comete en muchas de sus aseveraciones y con el ruego de que se publiquen, cúmpleme enviarle las siguientes puntualizaciones:

1. Mi intervención en el caso Redmón ante la Crown Court de Sharesbrook, en Londres, consistió en un dictamen emitido como abogado del Ilustre Colegio de Madrid (carné profesional número 72.314), al que me incorporé en julio del año 2002. Sólo a efectos de currículum profesional, en la portada del dictamen se acompañaban las referencias de magistrado excedente, secretario judicial excedente y ex vocal del Consejo General del Poder Judicial.

2. Se equivoca el señor Suárez Palomares cuando afirma que no pertenezco a la carrera judicial, pues "sus títulos han sido borrados". Según Acuerdo del Pleno del Consejo General del Poder Judicial, el 8 de mayo de 2002 me reintegré a la carrera judicial. Acto seguido, solicité la excedencia voluntaria que me fue concedida por el CGPJ en virtud de resolución publicada en el BOE de 2 de julio de 2002.

3. Por lo demás, y sin perjuicio de cualquier aclaración que gustosamente le ofrezco, quiero recordarle a don Eugenio Suárez Palomares que en el último escalafón de la Carrera Judicial publicado en el BOE de 25 de febrero de 2005, lo mismo que él, aunque con más años de servicios, figuro como magistrado excedente.

Al señor Suárez Palomares le diría que no es con indignación como se reflexiona, sino con mesura y rigor.