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Estos días leía atónita las diferentes respuestas que daban nuestras administraciones al gravísimo conflicto de la Cañada Real. ¿Es que no nos merecemos los madrileños que nuestras administraciones trabajen, y con eficacia, exigiendo cumplir la ley? ¿Cómo puede estar la señora Esperanza Aguirre preocupándose por la carencia de libertad de los cubanos, cuando nosotros vivimos sometidos a su apatía por Madrid y los madrileños?
Es manifiesta la urgencia en que debe ordenar el derribo de todas las edificaciones ilegales de la cañada para así devolvernos la libertad que a usted tanto le preocupa y nosotros necesitamos. Señora, deje de hacer campaña en horario de trabajo que debe usted a esta Comunidad y déjese ver por la Cañada Real para que vea cómo carecemos de libertad los vecinos colindantes, o al menos conteste a nuestras denuncias.
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