Asesinado a tiros en Bagdad el general que dirigía las operaciones contra la insurgencia

Un grupo de pistoleros asesinó en la mañana de ayer en Bagdad al general iraquí Wael al Rubaie, que dirigía en el Ministerio del Interior una nueva unidad de operaciones especiales contra los insurgentes. La respuesta de los grupos armados a la última ola de detenciones ensangrentó ayer Irak con una cadena de atentados que dejaron medio centenar de muertes. En el más mortífero, al menos 26 personas perdieron la vida al estallar dos coches bomba ante la sede de una organización chií en Tal Afar, en el norte del país, no lejos de la conflictiva ciudad de Mosul.

"No tenemos una cifra definitiva de muertos, pero se sitúa entre 20 y 30 fallecidos, muchas personas siguen aún atrapadas bajo los escombros", aseguró un policía de Tal Afar. Los hospitales de la zona confirman 26 víctimas mortales. La potencia de la doble deflagración simultánea echó abajo todo el edificio. El ataque parecía tener como objetivo al jeque local chií Hasan Bagdash.

El general Al Rubaie fue atacado en el barrio de Al Masur de Bagdad, donde se concentran algunas embajadas, cuando se dirigía, a primera hora de la mañana de ayer, a su trabajo en el Ministerio del Interior. El conductor de su vehículo murió también a consecuencia de los disparos, según informó el Gobierno iraquí.

Creada por el Gobierno del primer ministro Ibrahim al Yafari este mismo mes, la principal misión de la unidad de operaciones especiales es la de coordinar a los diferentes ministerios iraquíes con las tropas internaciones dirigidas por Estados Unidos en la lucha contra los grupos insurgentes, según una información difundida ayer por la cadena de televisión británica BBC.

La organización del jordano Abu Musab al Zarqaui, vinculada con Al Qaeda, se atribuyó el asesinato del general.

Más de una docena de altos cargos del Gobierno iraquí han muerto en Bagdad en ataques aparentemente bien planeados en las tres últimas semanas. Las operaciones de las fuerzas de seguridad iraquíes y estadounidenses contra la insurgencia han desembocado también en la detención de cerca de 300 sospechosos de haber participado en acciones terroristas en la zona de Abu Ghraib, al oeste de Bagdad, según informaron ayer fuentes militares de EE UU.

"Ésta es la mayor operación combinada con las fuerzas iraquíes que se ha desarrollado hasta ahora", aseguró un portavoz de las fuerzas estadounidenses en Bagdad. "Las fuerzas iraquíes han dirigido esta operación mientras nuestras unidades prestaban misiones de apoyo", agregó la misma fuente. Siete batallones iraquíes han participado desde el domingo en la redada contra los insurgentes en la capital.

Tras la formación del nuevo Gobierno, los sucesivos atentados y ataques registrados en apenas un mes en Irak se han cobrado más de 550 vidas. El líder radical chií Múqtada al Sáder ha anunciado que intentará una mediación entre el Gobierno, de mayoría chií, y la Asociación de los Ulemas suníes para tratar de poner fin a la violencia.

La explosión del coche bomba en el distrito de Talibiya, un barrio de mayoría chií en Bagdad, sembró el pánico entre los clientes de un restaurante que se encontraba abarrotado al mediodía de ayer, según informó la policía iraquí.

Siete civiles murieron y 19 resultaron heridos en un atentado con coche bomba registrado en una mezquita chií situada en la población de Mahmudiya, 30 kilómetros al sur de Bagdad, según informó el Ministerio del Interior iraquí. "Entre los heridos hay 11 niños", aseguró un portavoz policial, quien aseguró que varias casas se habían desplomado a causa de la explosión.

En otro ataque perpetrado en la región de Kirkuk resultó herido el jefe de los servicios de seguridad kurdos, Mohamed Mahmud Yigareti, encuadrado en el Partido Democrático del Kurdistán. Yigareti viajaba con su hermano -que murió junto con otras cuatro personas- en un convoy que se dirigía a la sede del Ayuntamiento de Tuz Jurmatu.