Un peaje menos

Un centenar de personas, en su mayor parte cargos y simpatizantes socialistas de Cádiz, se congregaron en la medianoche del domingo en las cabinas del peaje de la autopista AP-4, entre Sevilla y Cádiz, para corear, con una cuenta atrás, el momento exacto de entrada en vigor del acuerdo suscrito entre la Junta, que pagará 72,3 millones a la concesionaria de la autopista, la compañía Aumar, por suprimir el peaje en un tramo de 30 kilómetros, entre Jerez y Puerto Real.

El primer usuario de la autopista que se benefició de la liberación del peaje, un jerezano llamado Jacinto que conducía un mercedes negro, ha pasado a la historia del anecdotario provincial. "Esto es la fama", decía a su compañero de viaje entre risas nerviosas al ver como las cámaras de televisión y los micrófonos de las emisoras de radio se le echaban encima cuando, a las 0.02, su vehículo paró en la cabina de peaje que, ya en aquel momento, presentaba un cartel que rezaba "pase sin pagar". Jacinto es uno de los 14.500 usuarios que diariamente emplean este tramo de la autopista en sus desplazamientos a Sevilla.

El automovilista número uno de la nueva etapa fue saludado por un empleado de Aumar que acaba de cerrar la cabina de recaudación. "Es una sensación extraña porque llevamos haciendo el cobro desde hace muchos años y de buenas a primera vemos como desaparece, aunque lo hacemos de buena gana si es para la mejora de la comunidad", decía el trabajador que ahora, como el resto de sus compañeros (el peaje contaba con 25 operarios para cubrir las 24 horas de servicio) serán recolocados en otros puestos de la compañía.

Ya para entonces, 0.05, cada uno de los vehículos que le siguieron se sumaron al acontecimiento haciendo sonar sus cláxones y saludando a las cámaras en su momento de gloria mediática. "Lo que falta ahora es que levanten también el otro peaje, el que cuesta 5 pelotes", gritaba con voz entrecortada la segunda de la cola, una chica de Sevilla que se dirigía, con un grupo de amigos, a El Puerto de Santa María para pasar la noche en la movida.

Los guardias civiles que estaban en la zona se acercaron inmediatamente al peaje para ver que pasaba, atraídos por las ráfagas de los flashes fotográficos y el ruido de la fiesta. De hecho uno de los agentes estuvo hablando, en mitad de la carretera, con la consejera de Obras Públicas y Transportes, Concepción Gutiérrez, que le explicaba los detalles de lo que estaba pasando. La consejera había manifestado poco antes que se trata de "una promesa electoral cumplida" y había agradecido al Gobierno Zapatero la rapidez con que había resuelto el trámite para autorizar el acuerdo. El Consejo de Ministro aprobó el pasado viernes el acuerdo, publicado al día siguiente por el BOE.