Los fiscales de Medio Ambiente advierten de los invernaderos y del auge urbanístico

El fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Jesús García Calderón, presentó ayer la Memoria de la red andaluza de fiscales de medio ambiente y destacó la importancia de vigilar los invernaderos y el crecimiento urbanístico costero, que se desplaza hacia el interior.

García Calderón informó del primer año de funcionamiento de la red de fiscales especializados en medio ambiente, urbanismo y patrimonio, creada en junio de 2004, que tramitó 330 de las 1.302 diligencias de investigación abiertas por las ocho Fiscalías andaluzas.

Estos datos suponen un incremento respecto a las 302 diligencias de Medio Ambiente abiertas en 2003, sobre un total de 972 tramitadas en las Fiscalías, que abordaron sobre todo delitos contra la ordenación del territorio, contra el patrimonio histórico y contra el medio ambiente.

El coordinador de la red, Luis Carlos Rodríguez, dijo que uno de los retos actuales es revisar la legislación para la construcción de invernaderos, dado que se deberían exigir los estudios de impacto ambiental propios de una industria y no de una explotación agrícola tradicional.

También llamó la atención sobre el hecho de que los delitos contra la ordenación del territorio, una vez saturada la costa, se están desplazando hacia el interior de las provincias.

Delitos económicos

García Calderón, por otra parte, se refirió a la necesidad de "observar la criminalidad con una visión más amplia", pues las infracciones urbanísticas suelen estar relacionadas con los delitos económicos, aunque mostró su satisfacción por "los esfuerzos que se están haciendo en todas las provincias, que ha roto la tendencia" al crecimiento de este tipo de delitos.

La red andaluza es la única de España, aunque el fiscal general del Estado tiene intención de implantarla en todas las comunidades, y según su coordinador, "ha comenzado su andadura con paso firme y una acogida extraordinaria en la sociedad, la Administración y la propia carrera fiscal".

En este año se ha completado la plantilla de fiscales de esta sección, que ahora dispone de dos en cada audiencia, aunque está previsto también la creación de secciones provinciales más amplias en las fiscalías que lo requieran por su volumen de trabajo, según Rodríguez.

La memoria de los fiscales medioambientales, dividida por provincias, constata una cierta decepción por la dificultad de luchar contra la contaminación del río Guadaíra en Sevilla, derivado del vertido de las empresas de molturación de aceituna, y la absolución por falta de pruebas de siete empresarios, que fueron juzgados tras una ardua investigación. En Huelva, los fiscales se refieren al incendio de agosto como "la mayor catástrofe ecológica de los últimos tiempos".