El cómic 'Sin city' página a página

La fiel versión cinematográfica del célebre cómic del dibujante Frank Miller llegó ayer a Cannes, de la exquisita, y a la vez indomable, mano del director tejano Robert Rodríguez. Lo acompañó en La Croisette gran parte de su reparto de estrellas, en el que brillan las actuaciones de Benicio del Toro, Bruce Willis, Mickey Rourke, Clive Owen, Jessica Alba y Brittany Murphy.

Frente a la crítica de la prensa sobre la excesiva carga de violencia explícita contenida a lo largo de toda la cinta, Miller se justificó: "No lo considero extremo. Así son mis obras y lo continuarán siendo siempre. Además, la violencia está presente, en modo implícito o no, en la mayoría de los dramas que se filman en Estados Unidos y en el mundo. Eso provoca emociones y ayuda a que la gente reaccione, sin que necesariamente deban seguir estos patrones de conducta". "Violencia es un término muy amplio", intervino Rodríguez. "Nuestro filme ha representado la brutalidad y la oscuridad de un modo muy estilizado, con un nuevo concepto artístico visual".

Rodríguez admitió que convencer a Miller de llevar a la pantalla su Sin city, tras su fracaso como guionista de Robocop, fue una tarea difícil pero estimulante. "Al verlo tan renuente, decidí por mi cuenta rodar la escena de arranque de la historia y luego agregarle los efectos necesarios. Después le mostré cómo se vería su obra y le encantó. Le dije que podíamos reinventar el cine filmando página a página sus libros. Y Frank se embarcó enseguida en la película". Además, Rodríguez le ofreció codirigir el filme, lo que le ha costado tener que abandonar el Sindicato de Directores, que prohíbe que dos realizadores compartan créditos.

"Era más confuso trabajar bajo el mando de dos directores, pero por algo dicen que dos corazones baten más que uno", dijo Benicio del Toro. "Estamos tan satisfechos con el resultado que ya estamos trabajando en la segunda parte", contó Rodríguez. "Su título será A dame to kill for y contará con muchos de los personajes de esta primera entrega".

La película, arriesgada e innovadora, parece auténticamente un cómic. "Fue rodada a colores y luego tratada en blanco y negro. Los actores se movían en platós con pantallas verdes de fondo, porque los escenarios y efectos visuales del cómic son físicamente imposibles de reproducir. Luego retoqué los escenarios y detalles con la tecnología computarizada", aclaró Rodríguez, que se rindió a las maravillas de la tecnología digital, que permite "obtener estos extraordinarios resultados que están revolucionando el modo de hacer cine".