Colegios de arquitectos, aparejadores e ingenieros defienden el cuarto cinturón

"El cuarto cinturón o B-40 [el proyecto de la autovía orbital que debe unir Abrera con Mataró a través de Terrassa y Granollers] no debe ser una alternativa a la autopista AP-7, sino una verdadera ronda regional, una vía similar a las rondas de Barcelona, con tres carriles por sentido y una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora". Es la apuesta, presentada ayer en forma de documento, de la Intercolegial del Vallès, integrada por los colegios de arquitectos, aparejadores e ingenieros industriales de Cataluña. Otra petición es que la B-40 se realice pronto, ya que el primer proyecto fue redactado en 1968. El presidente de la delegación del Vallès del Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña, Francesc Figueres, lo dejó muy claro: "Ya toca, mejor hoy que mañana, dada la situación de bloqueo".

¿Por qué una ronda regional, con los accesos y las características que ello comporta, y no una vía de largo recorrido similar a la AP-7? En el proyecto Autovía orbital de Barcelona tramo-Abrera Terrassa, del Ministerio de Fomento, la propuesta es clara, la B-40 se plantea como una autopista confortable para el tránsito de largo recorrido de camiones y automóviles. Sin embargo, la Intercolegial del Vallès cree que la AP-7 tiene que seguir siendo el corredor mediterráneo por el que circulen este tipo de vehículos.

Los técnicos admiten que la situación de la AP-7 a su paso el Vallès es crítica, pero aseguran que solucionar las retenciones no pasa por desviar el tráfico hacia el cuarto cinturón, sino por especializar la calzada central para los vehículos de largo recorrido, y que los laterales sirvan como vía de distribución comarcal. Eso sí, para que ello fuera posible, habría que prolongar los laterales entre El Papiol y Rubí, y entre Barberà del Vallès y Mollet. Por otro lado, arquitectos, ingenieros y aparejadores, el tráfico entre el centro de la Península y la frontera francesa "utilizará el Eje Transversal una vez esté desdoblado".

El cuarto cinturón ha generado mucha polémica. Mientras que el PSC lo defiende, ICV está en contra. Por otra parte, tiene a más de 200 entidades, ecologistas, vecinales, sociales y estudiantiles, en pie de guerra desde que en 1991 fue constituida la plataforma Campanya Contra el Quart Cinturó de Barcelona. Los contrarios a la B-40 aseguran que esta vía no solucionaría los problemas de movilidad y proponen un mejor aprovechamiento de las infraestructuras ya existentes. Unos argumentos que el documento de la Intercolegial también rebate.