Intoxicación alimentaria
El 5 de mayo, un grupo de alumnos, 35 españoles y 35 franceses, celebraron una cena de despedida. Todos eran partícipes de un programa de intercambio entre el Instituto Fernando de Herrera de Sevilla y el Liceo Klebér de Estrasburgo. A la cena, que se celebró en el restaurante de la cadena Hermanos Gómez del barrio de Los Remedios, asistieron profesores y padres.
Alumnos y acompañantes se llevaron un recuerdo tan ingrato como peligroso: una toxoinfección alimentaria, probablemente salmonellosis, por la que tuvieron que ser atendidos en los servicios de urgencias de varios hospitales. Varios alumnos franceses no pudieron regresar a su país el viernes, como estaba previsto y los que pudieron regresar fueron enfermando por el camino y llegaron con los mismos síntomas del resto: fiebre elevada, espasmos abdominales, vómitos y diarrea.
Pero nuestra indignación creció cuando el día 7 supimos por Canal Sur, que el restaurante Hermanos Gómez permanecía abierto al público y, además, se celebraba una Primera Comunión, pese a que el Ayuntamiento de Sevilla había abierto un expediente disciplinario al comprobar que el establecimiento tenía deficiencias higiénico-sanitarias. Varios médicos del Virgen Macarena nos dijeron que habían atendido más de 90 casos y que los enfermos procedían de varios restaurantes de la misma cadena, Hermanos Gómez; pero lo poco que se dice en los medios sólo se refiere al establecimiento de Los Remedios.
¿Quiénes son los propietarios de la empresa Hermanos Gómez para que después de atentar de forma tan grave contra la salud se les permita mantenerlos abiertos? ¿De quién depende el cierre cautelar de un establecimiento que no cumple las normas sanitarias.
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