El caserío perdido
Antonio Mercero dirige un documental sobre la paulatina desaparición de los 'baserris'de Lasarte y su modo de vida
El director de cine Steven Spielberg buscó el arca perdida en parajes más o menos exóticos. Su colega Antonio Mercero ha buscado a su vez el caserío perdido en Lasarte-Oria, su localidad natal. Allí terminó de grabar hace unos días un documental sobre la historia de los baserris y los baserritarras en ese municipio guipuzcoano, un filme que atestigua la paulatina desaparición de un modo de vida ancestral y de las antiguas estructuras de la arquitectura rural vasca.
La idea de inmortalizar en un documental la cara rural de Lasarte-Oria y su peligro de extinción rondaba desde hace tiempo en las cabezas de los responsables del Ayuntamiento, presidido por la socialista Ana Urchueguía, y en la del propio Mercero, residente en Madrid, pero muy vinculado a sus orígenes. Así que en cuanto el director ha tenido un hueco en su agenda, ha respondido al consistorio y ha buceado con la cámara en el interior de un duro mundo del que cada vez van quedando menos testimonios vivos.
"El trabajo es muy duro y los jóvenes buscan empleo en otros lugares"
Junto al equipo de las productoras Puxtarri y Digitalak, Mercero ha comprobado que resulta ya muy difícil encontrar en su pueblo baserris con la estructura arquitectónica original. Es el caso de Elkezabal Haundi, del siglo XVIII. "Tiene una ganbara preciosa llena de maderas antiquísimas. Mantiene ese sabor antiguo y clásico", dice el realizador. Eso sí, sus propietarios conservan el edificio sólo como "un lugar de descanso". No ha pervivido la actividad tradicional de los caseríos.
Otros baserris, sin embargo, han ido perdiendo solera arquitectónica, pero mantienen el trabajo agropecuario. Los dueños del caserío Arrillaga, por ejemplo, poseen unas 150 vacas. "Es una gran vaquería, pero adaptada a los tiempos. Cada dos días llega un camión cisterna que se lleva la leche. Atrás queda la imagen idealizada de la casera que iba por el pueblo, llamaba a la puerta de casa y te entregaba la leche", comenta Mercero, inmerso ya en el montaje de En busca del caserío perdido.
Los baserritarras han relatado a Mercero y su equipo sus sentimientos respecto al caserío y su trabajo, lo que opinan de su pasado, su presente y su difícil futuro. "Están desesperanzados, porque ven que la figura del caserío tradicional va a ir desapareciendo. No ven futuro", constata el director. "El trabajo en los caseríos es muy duro y los jóvenes buscan empleo en otros lugares, donde meten menos horas y ganan más dinero", agrega, haciendo de altavoz de los caseros.
Frente a este negativo mensaje, el realizador resalta el buen recibimiento que han tenido en todos los baserris. "Los caseros han sido muy simpáticos. Me he llevado una sorpresa, porque pensaba que iban a ser más tímidos ante la cámara, pero no se cortan, muestran una gran tranquilidad", asegura.
Durante el rodaje del documental no faltaron las anécdotas. El txistulari y payaso José Inazio (Peter) Ansorena, productor ejecutivo del proyecto, sabía que parte de su familia era originaria del caserío Zaltzate, en su día adscrito a Urnieta, pero ahora en Lasarte-Oria. Se lo contó su abuelo Isidro Ansorena, maestro de txistularis, quien escribió un fandango dedicado a Zaltzate, donde había nacido su madre. El caso es que Peter Ansorena no sabía exactamente dónde estaba el caserío, que, además, no se hallaba incluido en la lista de casas a grabar, pero hablando con el dueño de Elkezabal, el equipo de la película descubrió que estaba a pocos metros.
Y allí que se fueron todos. Peter Ansorena no sólo conoció a sus familiares, sino que días después volvió al caserío y les interpretó la pieza compuesta por su abuelo. "Fue muy emocionante", coinciden en señalar Ansorena y Mercero. Las cámaras captaron un baserri tradicional en todos los sentidos: "Mantiene la estructura arquitectónica y la actividad. Tienen colmenas, huerta, gallinas, yeguas... Es el único donde hemos encontrado metas", detalla Ansorena.
El Ayuntamiento de Lasarte tiene previsto editar 2.000 copias en DVD del documental, que se enmarca en el proyecto de recuperación de la memoria histórica de la localidad que viene realizando. La película ha sido grabada en euskera, pero también se distribuirán copias en castellano, apunta la concejal de Cultura, Jone Altuna. A la espera de que concluya el trabajo, el consistorio no ha concretado cuándo lo presentará en sociedad, pero recalca que contará con un lugar preferente en la conmemoración, el 16 de febrero de 2006, del vigésimo aniversario de la constitución del Ayuntamiento, con la fusión de terrenos gestionados por cinco municipios vecinos.
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