_
_
_
_
GUIÑOS
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Toldos playeros

Las casetas guardarropa de playa de Zarautz, con sus rayas blanquiazules, los toldos como se denominan popularmente, han sido motivo de numerosas y atractivas fotografías. Turistas y veraneantes han posado junto a ellos como recuerdo, algunos profesionales los han tomado para campañas publicitarias y los más creativos han hurgado en su belleza de toque romántico, heredada del siglo XIX. Manteniendo el mismo motivo, el fotógrafo navarro Goyo Hueso (Tarazona, 1943) ofrece algo novedoso que se puede ver estos días en Torre Luzea, sala de exposiciones local. Es una colección de imágenes centrada exclusivamente en los toldos cuando están plegados y recogidos, una vez terminada la jornada playera. En ese momento en que han perdido su apariencia de servicio a los bañistas conforman otro universo, un mundo nuevo de formas y sombras preñadas de fantasías y sueños que se realza presentándolo en un blanco y negro muy depurado.

Hueso, dedicado profesionalmente a la actividad industrial, tiene la fotografía como dedicación casi exclusiva de su tiempo libre. La cámara que su hermano le trajo como regalo de Ceuta, donde hacía la mili, fue el detonante de una pasión por la fotografía iniciada hace 45 años. Desde entonces han sido numerosas sus exposiciones y trabajos. Ahora, anima desde la presidencia de la Agrupación Fotográfica de Navarra múltiples actividades en torno a la imagen, sin olvidar su propia búsqueda de nuevos motivos fotografiables.

Un ejemplo de su singularidad es lo que nos enseña estos días. Para realizar este nuevo trabajo ha optado por una cámara digital. Parece haber dejado atrás el laboratorio fotoquímico; sólo queda del pasado la perdida de señal en color. Quizás sea nostalgia, aunque también esta formula puede estar motivada por una elección intencionada, buscando el misterioso atractivo que las instantáneas adquieren cuando eligen la escala de grises para ofrecernos las apariencias captadas.

Con esta concatenación de recursos y los puntos de vista elegidos por el autor nos encontramos con una aparente metamorfosis de los toldos en personajes que a veces recuerdan la figura de un pescador y otras la de una dama del Medioevo tocada por un gorro cucurucho de semblanza fálica. En esta búsqueda de significados y semejanzas estas imágenes traen inevitablemente a la memoria, con inquebrantables matices laicos y ajenas al pictorialismo, algunas de las estampas místicas realizadas por Ortiz de Echagüe, en concreto las de penitentes cubiertos con un capirote bajo un cielo atormentado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_