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Bieito escarba en la sociedad del bienestar a través de 'Macbeth'

El director español estrena en la Ópera de Francfort su versión de la obra de Verdi

Cuando Calixto Bieito se comprometió a dirigir El rey Lear, estrenado en Barcelona en el verano de 2004, afirmó que éste era su último Shakespeare. No cayó Bieito en la cuenta de que al pronunciar la frase tentaba a la suerte. El domingo 22 de mayo, el director de escena español estrena en la Ópera de Francfort (Alemania) Macbeth, la obra de Verdi basada en el drama de Shakespeare.

Se trata de una versión heterodoxa de Macbeth en la que escarba en la insatisfecha sociedad del bienestar para narrar el sangriento drama shakespeariano, filtrado por la música del compositor italiano, a través de las violentas fantasías de un ejecutivo de banca.

Un hombre mediocre, sinvergüenza, infiel a su mujer y que ha perdido el interés por todo. Así es el Macbeth ejecutivo de banca dibujado por Calixto Bieito para la ópera de Verdi. Su esposa, lady Macbeth, es una ambiciosa mujer muy enamorada de su marido y profundamente insatisfecha. Y el castillo escocés de Macbeth es el inmenso rascacielos de un moderno banco. Un rascacielos con árboles en su interior, junto a los que Macbeth come bocadillos en el almuerzo, y en el que transcurre toda la acción.

El mundo de la banca

"El banco es la metáfora de la sociedad del bienestar en la que vivimos, una sociedad poblada de seres insatisfechos que crean fantasías para huir de la depresión que caracteriza a nuestra época", explica, en conversación telefónica, el director de escena desde Francfort, ciudad europea de los rascacielos y los bancos.

"Además, creo que para hacer Macbeth siempre necesitas una comunidad, un clan, y el mundo de la banca lo es. Allí, como si de un búnker se tratara, es donde los personajes de la ópera viven sus últimos días, donde viven el hundimiento".

"Sí, había dicho que jamás volvería a dirigir una obra de Shakespeare, pero estas cosas pasan", dice resignado Calixto Bieito. "Y aunque el Macbeth de Verdi es diferente, se parece mucho a la obra del bardo. De hecho, en el libreto de la ópera están sus palabras", asevera.

El director de escena ya dirigió la obra del dramaturgo inglés en 2001, en su debut en el Festival de Salzburgo, en una polémica y sangrienta versión ambientada en el seno de un pequeño clan mafioso de estética hortera. "Hubiera sido fácil repetir la idea, pero no me gusta repetir montajes. Ciertamente, hay puntos de coincidencia, porque el contenido de la ópera y la obra teatral es prácticamente el mismo, pero la forma es muy diferente", asegura.

Una forma que huye de la narrativa realista, afirma, para profundizar en la delgada frontera que separa la realidad de la ficción y que ya abordó en sus dos últimos montajes operísticos , Cavallería rusticana e I Pagliaci, el pasado marzo en otra ciudad alemana, Hannover. "Mi visión de las puestas en escena está cambiando. En la vida pasan cosas y, a veces, resulta difícil saber dónde está la frontera entre la vida y la muerte. Todo ello hace que en mis recientes montajes la narrativa ya no sea tan clara y el planteamiento cerrado. Dejo las obras abiertas para que sea el espectador quien piense y decida".

En este cambio han desaparecido las pistolas, habituales en los montajes del director de escena, y los personajes asesinados que fija el guión no siempre mueren. "Macbeth es una obra sobre la maldad, el asesinato, la paranoia y la locura. En mi versión de la ópera de Verdi toda esta violencia es producto de la imaginación de un hombre normal. De una persona como las que nos encontramos en las terrazas de los bares o paseando por calles y parques. ¿Qué piensa toda esta gente? ¿Hasta dónde puede llegar su mente? La maldad es consustancial al ser humano. Otra cosa es que se pase del pensamiento al crimen. Y en este montaje, Macbeth mata; mata, pero los muertos se levantan. Muertos que se mezclan con los vivos".

Depresión

¿Una visión muy pesimista del mundo? "Shakespeare tuvo que hacer un planteamiento moral de Macbeth, pero tanto él como Verdi me dan pistas suficientes para que yo no tenga que hacerlo", reflexiona Bieito.

"La época en la que vivo no me lo exige. Sin duda podría hacer una versión cerrada en la que el bien triunfara sobre el mal, pero las cosas son más complicadas. No sólo matan las espadas, los puñales o las pistolas; hay otras cosas que también provocan la muerte. Y este mundo actual en el que la insatisfacción y la depresión se han convertido en un nuevo movimiento cultural de moda, en la nueva vanguardia, le va muy bien a Macbeth. Ahí están las palabras de Shakespeare filtradas por el propio Verdi: 'La vita...! / che importa?... / É il racconto d'un povero idiota, / vento e suono che nulla dinota!' ('¡La vida!... / ¿qué importa ahora? / ¡Es la narración de un pobre idiota, / viento y ruido que nada significan!')".

Calixto Bieito.
Calixto Bieito.TEJEDERAS

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