El BNG promete 50.000 empleos en cinco años y el PP favorecer a los emigrantes
Casualidad o contraprogramación, los candidatos a la presidencia de Galicia coincidieron ayer en presentar sus propuestas para la creación de puestos de trabajo en la comunidad, cuya tasa de paro supera históricamente la media española en un par de puntos. Incluso los gallegos que tienen un empleo son los españoles menos satisfechos con su trabajo, según la encuesta que el Ministerio de Trabajo hizo pública ayer.
La oferta más concreta fue la del candidato nacionalista, Anxo Quintana, que en un avance del programa electoral que presentará pasado mañana, anunció su compromiso de incluir una partida en los presupuestos autonómicos para políticas activas de empleo "que permitirán la creación de 50.000 puestos de trabajo en los próximos cinco años", señaló el líder del Bloque Nacionalista Galego. Quintana calificó su programa como "un contrato con objetivos cuantificados y compromisos medibles", e incluyó entre sus objetivos adelgazar la administración autonómica, crear una agencia anticorrupción y contener el gasto "en el cemento inútil como el asfaltado de caminos que no llevan a ningún sitio, y paseos marítimos que destrozan el entorno, entre otras horteradas del Gobierno Fraga".
Las promesas laborales las realizó Manuel Fraga en Montevideo (Uruguay), donde prometió "un acceso privilegiado y sin obstáculos al mercado laboral español de todos los descendientes de gallegos que opten por retornar a las tierras de sus padres y abuelos". En el caso de los que no tengan la ciudadanía española, la oferta de Fraga incluye eliminar las limitaciones de la Ley de Extranjería.
Doble inversión en I+D
El aspirante socialista, Emilio Pérez Touriño, criticó que con estas promesas, el candidato del PP "termina sus días políticos arrastrando la dignidad de la Xunta, volviendo a la política de cheques y al intento burdo de comprar voluntades y favores a cambio de limosnas y beneficencia". El cabeza de lista del PSdeG-PSOE por A Coruña, José Luis Méndez Romeu, prometió duplicar la inversión en I+D, que actualmente estimó en la mitad de la media española, para evitar que Galicia siga exportando "lo más valioso" que tiene: "Un capital humano extraordinariamente bien formado que está siendo reclamado por otros lugares de España y de Europa", afirmó.
Las críticas de la oposición por la emigración de los jóvenes fueron contestadas por la consejera de Relaciones Laborales, Belén Prado: "Los datos de la Encuesta de Población Activa reflejan que de 1992 a 2003 vinieron 16.000 jóvenes más de los que salieron a trabajar". Y cifró en 35.000 los empleos que se perderían "por el incumplimiento del Plan Galicia".
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