Más de 300 alumnos completan el primer curso de Dramatización, Flamenco y Folclore de Málaga

Cuando el pasado mes de octubre la Escuela Municipal de Dramatización, Flamenco y Folclore de Málaga inició su andadura, ni su mentor, el concejal de Cultura Diego Maldonado, ni su director, el periodista y flamencólogo Jacinto Esteban, pensaron que esta iniciativa dirigida a recuperar la tradición del cante y el baile iba a cosechar el éxito que ha obtenido. 312 alumnos han abarrotado las clases vespertinas de las seis asignaturas que se han impartido durante el primer curso que ahora llega a su fin.

Las clases de dramatización, guitarra flamenca; técnica de cante con guitarra; guitarra con acompañamiento; baile flamenco y bailes populares han despertado un inusitado interés entre los jóvenes malagueños aficionados a este arte, pese a no ser enseñanzas regladas. De esta buena aceptación da fe el director de la escuela, Jacinto Esteban, quien asegura que la mayoría de los alumnos de este curso ya ha solicitado plaza para proseguir sus estudios en el centro el próximo año. "Ha sido tal la acogida que el próximo curso añadiremos dos aulas más al programa en las que se impartirán copla y cante y se ampliarán las enseñanzas de baile flamenco y guitarra", indica Esteban, para quien el éxito de esta iniciativa reside en la valía de los seis profesores -los guitarristas Antonio Soto y Paco de Ronda y el bailaor Pepito Vargas, entre otros- y en el completo programa de actividades complementarias que la escuela ha ofrecido, como la presencia de dos grandes figuras del flamenco, Fosforito y Chano Lobato, en el ciclo de encuentros que se ha desarrollado durante el curso.

Junto a la formación, Esteban destaca que en la escuela los alumnos han encontrado un trampolín para darse a conocer como futuros artistas. Para ello, este año se han organizado grupos de baile flamenco y de bailes populares entre los alumnos, actividad con la que se pretendía dar a conocer al público las enseñanzas recibidas y la aptitud de cada alumno. "Los grupos han tenido ya su rodaje, sus pequeños bolos. Hemos asistidos a varios congresos y ferias y ya desde la asociación de hosteleros de Málaga se han interesado por ellos", explica Esteban, que espera contar con una sede propia para la escuela -ahora emplean las instalaciones del colegio Divino Pastor- para desarrollar aún más el currículo de enseñanzas y contar "con un ambiente adecuado" para la enseñanza de este arte.