Jóvenes con discapacidad graban un vídeo que se presentará en un festival

Un grupo de 28 jóvenes con discapacidad intelectual son los protagonistas de la obra de vídeo-arte Reflejos. Ayer se grabó en el Teatro Apolo de Almería la tercera y última pieza, Cúrame. La iniciativa es de la asociación A Toda Vela, que trabaja con jóvenes con discapacidad intelectual. El producto final se presentará en la próxima edición del Festival Internacional de Cortometrajes Almería en Corto.

"A Toda Vela apostó desde el principio por los procesos contemporáneos de aprendizaje", explica Isabel Guirao, directora técnica de la asociación. Para ella, está claro que "la vía de la dramatización es una inmejorable manera de ayudar a estos jóvenes a sacar sus emociones, a expresarlas". Entre los artistas, los hay con síndrome de Dawn y jóvenes con parálisis cerebral.

De la puesta en escena del vídeo-arte se encarga el coreógrafo Dani Pannullo que se acercó a estos jóvenes por primera vez en El corazón como bandera, el primer disco de la asociación, del que hizo también la escenografía. "Fue ahí donde me atrapó", dice Guirao. Cúrame es su cuarto proyecto con A Toda Vela y es la culminación de la trilogía iniciada hace dos años.

"Es un proceso creativo realizado con gente que tiene mucho que ofrecer. Nosotros cambiamos el discurso típico y dejamos de lado lo compasivo", explica el coreógrafo.

Panullo trajo consigo a parte de su equipo. Todos ellos, junto a los 28 niños de A Toda Vela están encantados con que su trabajo pueda verlo todo el mundo. "Nunca pensamos que pudiéramos trascender de esta manera y presentar el vídeo-arte en el festival de cortos", apunta Pannullo, para quien lo más importante es "hacer cosas en entornos normalizados".