"Un empresario no es un especulador"
Teldat acaba de cumplir 20 años como una de las pocas empresas españolas del mercado de las telecomunicaciones. Esta compañía -que se dedica a fabricar y vender equipos de acceso e interconexión a redes- compite con gigantes estadounidenses como Cisco y cerró 2004 con unas ventas de 35 millones de euros (un 17% más que en 2003) y 200 empleados. Entre sus clientes están entidades financieras (BBVA, Grupo Santander o Caja Duero), eléctricas (Unión Fenosa) y la Administración (Agencia Tributaria, Inem).
El fundador y presidente de Teldat es Antonio García Marcos, que reflexiona sobre los 20 años de su compañía: "El mundo de las telecomunicaciones es muy complicado, y nosotros no somos especialmente listos. Lo que sí es cierto es que aplicamos un poco de imaginación, muchísimo trabajo y un gran equipo. Y también tratamos de explicar, a quien quiera escucharnos, que en España se puede tener tecnología a la última, aunque se empeñan en que sólo somos un país de servicios".
"El emprendedor necesita un caldo de cultivo que en España no existe. Y las subvenciones son sólo herramientas bienintencionadas"
Pregunta. Y es que parece que "España" y "tecnología" son términos antónimos...
Respuesta. Chirría, es verdad. Cuando hablamos de creación, solemos referirnos a pintar un cuadro o modelar una escultura, pero desarrollar tecnología también es crear. Y si somos imaginativos para crear arte, ¿por qué no para la tecnología? Nosotros lo hemos hecho, y yo les pido a los poderes públicos, a la sociedad y las empresas locomotoras de este país que no pierdan más tiempo. Se puede hacer, y debemos hacerlo. La demostración palpable es que Teldat, en estos 20 años y con una tecnología muy cambiante, tiene más de 500.000 equipos instalados y vivos, y en entornos muy exigentes, como bancos, grandes corporaciones o la Administración.
P. ¿Y por qué no hay muchas más empresas como la suya?
R. Porque es muy difícil. El emprendedor necesita un caldo de cultivo, un entorno favorable a la creación de empresas, y esto es un tema cultural. Hay que decirle a la gente que el empresario no es un especulador, y que es tan respetable como cualquier otro empleado más, lo que pasa es que tiene ese punto de audacia, o de locura, que le lleva a juntar a un grupo de personas con un objetivo de desarrollo común. En España no hay ese caldo de cultivo. ¿Y por qué en otros países nos llevan ventaja en lo que a tecnología se refiere? El desarrollo de este tipo de tecnologías tiene que ver con macroproyectos de investigación, en las universidades, y con la complicidad de los gobiernos. El milagro del Silicon Valley no es tal; tiene unas causas. Y, además, tenemos que creérnoslo. ¿Por qué una lavadora alemana tiene que ser mejor que una española?
P. ¿Las subvenciones son una buena herramienta?
R. Es una herramienta bienintencionada. Pero es como las aspirinas: te quitan el dolor pero no te curan un tumor. Y si te duele la cabeza porque hay un tumor, hay que operar. Yo crearía grupos de cooperación tecnológica, impulsados por las empresas locomotora, que son las operadoras o la Administración. Así que, subvención, sí, gracias, pero cómprenme.
P. ¿Cómo será Teldat en otros 20 años?
R. A mí me encantaría que fuera de empresa de referencia en el sector a nivel internacional. Pero sin renunciar nunca a su personalidad.
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