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Blair intenta evitar la cuestión de la sucesión

Tony Blair eludió ayer las preguntas sobre su eventual sucesión y concentró sus mensajes en la lucha contra el gamberrismo y otras prioridades en su primera conferencia de prensa tras las elecciones. El primer ministro, que no optará a un cuarto mandato, ha tenido que afrontar nada más ser elegido una escalada de presiones para que aclare cuándo piensa dejar Downing Street. "No tengo nada que añadir a lo que dije durante la campaña electoral. Lo que quieren el partido y el país es que nos pongamos a trabajar", respondió Blair cuando fue preguntado por las presiones de un sector del laborismo para que acelere o al menos aclare el camino de su retirada.

Blair presentará el martes en el Parlamento, en el tradicional discurso de la reina que abre formalmente la legislatura, lo que definió como un programa de Gobierno "valiente". "Hay una apretada agenda para el cambio en los próximos meses. Vamos a ir adelante con renovados propósitos", explicó. La lucha contra el gamberrismo será una de las prioridades. El primer ministro apoyó a un centro comercial que ha prohibido la entrada a los jóvenes tocados con gorras de béisbol, en un intento por frenar el creciente vandalismo juvenil en sus instalaciones.

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El reelegido primer ministro calificó de "fatua" la idea de que pueda tener problemas para gobernar con una mayoría de 66 diputados, un centenar menos de los que tuvo en las dos anteriores legislaturas. "En comparación con las que ha tenido el laborismo desde la guerra, es una buena mayoría", aseguró. Las dudas entre los comentaristas políticos se centran en cuál será su margen de maniobra si los 60 diputados laboristas del actual Parlamento que votaron al menos 10 veces contra el Gobierno en la anterior legislatura vuelven a hacerlo en ésta.

Dudas sobre el sistema

Al margen de los problemas de Blair, otra de las consecuencias de las elecciones son las dudas que plantea el actual sistema electoral en un Parlamento en el que los tres grandes partidos han obtenido un porcentaje de votos bastante parejo (35, 32 y 22%), pero un número de escaños muy dispar (356, 197 y 62).

Según el diario The Independent, 100 diputados laboristas (incluidos varios ministros) se han sumado a un manifiesto para replantear la reforma del sistema electoral. Estos diputados temen que si los liberales-demócratas siguen aumentando su porcentaje de voto, los conservadores "acaben ganando las elecciones por la puerta de atrás".

Según la Sociedad para la Reforma Electoral, sólo uno de cada tres diputados ha obtenido la mayoría en su circunscripción y destaca el caso del ex laborista George Galloway, elegido con menos del 25% de los votos. En el sistema británico sale elegido el candidato con más votos, aunque no supongan la mayoría de votos emitidos en su circunscripción.

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