Milà se llevó a su familia de viaje oficial en helicóptero

El consejero de Medio Ambiente catalán, Salvador Milà, de Iniciativa per Catalunya, apeló ayer en el Parlament a su derecho a conciliar la vida laboral y familiar para justificar que, en un viaje en helicóptero en agosto del pasado año, le acompañaran su esposa y sus dos hijos. Milà tuvo que responder ayer a una interpelación oral de Convergència i Unió después de que ocultara los pormenores del viaje en contestación a una pregunta escrita. Además, Milà aseguró que su comportamiento es habitual en otros miembros del Gobierno. Bargalló y Saura le desmintieron.

Durante los meses de verano y para la campaña de control de incendios, Medio Ambiente alquila un helicóptero -a 1.100 euros la hora- para realizar inspecciones aéreas. En agosto de 2004 este helicóptero realizó un total de ocho recorridos, la mayoría de ellos bajo el mando del director general del Medio Natural. Pero en un solo día, en concreto el 19, lo utilizó el consejero. Fue justamente cuando Milà se hizo acompañar por su esposa y sus dos hijos, de cinco y dos años. Por la mañana el helicóptero les recogió en un campo de fútbol frente a un restaurante del término municipal de Les Llosses (Ripollès). De regreso al mediodía y después de contemplar desde el aire cinco comarcas (Ripollès, Osona, La Selva, Baix y Alt Empordà), la familia Milà optó por almorzar en ese restaurante.

Ayer, en el Parlament, en un bronco pleno, Milà apeló a su legítimo derecho a conciliar la vida laboral y familiar. "No es sólo un derecho, sino un deber", argumentó, en medio de silbidos por parte de la oposición de CiU, que lo consideró un escándalo. La diputada democristiana Helena Ribera instó a Milà a pedir disculpas y reconocer su error y le reprochó que también pasara una noche en una casa del macizo de Els Ports, restaurada durante esta legislatura, en la que habían dormido Manuel Fraga Iribarne y familiares de Franco.

"Creo que hacerme acompañar esporádicamente por alguno de mis hijos menores y mi esposa en actividades oficiales que lo permiten es bien legítimo, para compaginar las tareas oficiales con una mínima vida familiar digna de este mundo", respondió el consejero. Señaló también que la incorporación de su familia, al haber tres plazas libres en el helicóptero, no comportó ninguna "distorsión al servicio".

Todavía no satisfecho con sus explicaciones, Milà contraatacó recordando algunos episodios del antiguo Gobierno de CiU y la contratación de algunos familiares de consejeros nacionalistas. "Qué grande debe de ser su sentimiento de culpa para que tengan que buscar excusas tan nimias para cubrirse las vergüenzas", espetó. Milà recomendó a la diputada que leyera el capítulo 23, versículo 27 del Evangelio de san Mateo, que reza: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia".

El consejero aseguró además que el llevar familiares en actividades oficiales es habitual en otros miembros del Gobierno. El primer consejero, Josep Bargalló, y el de Relaciones Institucionales, Joan Saura, le desmintieron de inmediato.

En agosto de 1998, la entonces oposición de izquierdas arremetió contra el consejero Artur Mas después de que éste fuera trasladado en helicóptero desde el Pirineo hasta Barcelona para ser atendido de una fisura en el codo, cuando a menos de 30 kilómetros disponía de tres hospitales.