Babcock reabre sus puertas y trata de acercar posturas con el comité en el CRL
La dirección de Babcock abrió ayer las puertas de la factoría de Galindo (Sestao), en cumplimiento de la resolución dictada el lunes por el Gobierno vasco, que encontró injustificado el cierre patronal decidido el pasado viernes en respuesta a la huelga de la plantilla y la ocupación de los despachos de los directivos. Por la tarde, el comité de empresa y la dirección se reunieron en Bilbao con representantes del Consejo de Relaciones Laborales (CRL), aunque en mesas separadas, para intentar acercar posturas. La mediación del CRL fue solicitada por la empresa, propiedad del grupo austriaco ATB.
En primer lugar se celebró la reunión con el comité, que para poner fin a la huelga que mantiene la plantilla desde el 28 de abril exigió la retirada del despido del director financiero y la reapertura de todas las instalaciones, incluidas las oficinas de Madrid. Luego, los mediadores de CRL trasladaron esta postura a la dirección de Babcock, que reclamó garantías para desarrollar su proyecto empresarial "en una situación de normalidad y seguridad", según indicó en una nota pública.
El consejero de Empleo en funciones, Joseba Azkarraga (EA), aseguró que el caso de Babcock es "el ejemplo más claro de la forma en que el Gobierno socialista, con la herramienta de la SEPI, ha venido privatizando empresas en este país". Azkarraga consideró que, tanto en Babcock como en La Naval, el Gobierno central se ha limitado a quitarse "el muerto de encima", sin que exista un seguimiento de su viabilidad una vez fuera de las manos públicas.
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