Rajoy rompe el consenso en política de defensa y rechaza la 'ley Bono'

El presidente del PP, Mariano Rajoy, decidió ayer romper el consenso en política de defensa que los dos principales partidos políticos han mantenido ininterrumpidamente desde el inicio de la transición. El Grupo Popular, que apuró el plazo reglamentario para desvelar su postura definitiva, presentó a última hora de la tarde una enmienda a la totalidad de la Ley Orgánica de Defensa Nacional, al igual que el Bloque Nacionalista Galego (BNG).

El ministro, José Bono, y el secretario de Estado de Defensa, Francisco Pardo, mantuvieron a principios de este año varias entrevistas con el líder del PP, Mariano Rajoy, y con su portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, para intentar resguardar el consenso en materia de defensa del enfrentamiento generalizado entre socialistas y populares. Como consecuencia de esas entrevistas, según fuentes de Defensa, se modificó incluso la redacción del anteproyecto enviado al Congreso.

Sin embargo, el PP presentó ayer una enmienda a la totalidad del texto, en la que pide su devolución al Gobierno, alegando que éste adolece de "importantes defectos formales y falta de coherencia", que desoye los mandatos de la Revisión Estratégica, que "no afronta el nuevo escenario estratégico", y que ofrece una "visión simplista y carente de perspectivas de futuro". Además, el PP ha formulado casi 40 enmiendas parciales que, entre otros puntos, proponen que las Fuerzas Armadas puedan intervenir en el extranjero "al servicio de los interesen nacionales" y que la consulta al Parlamento antes del envío de tropas se sustituya por un mero "conocimiento previo".

Por motivos bien diferentes, también el Bloque Nacionalista Galego (BNG) pide que la ley sea devuelta al Gobierno. Está previsto que las dos iniciativas se debatan en el pleno de la próxima semana y sean rechazadas.

El problema, para Bono, será lograr apoyos suficientes para la ley, si no puede contar con el PP. Esquerra Republicana de Catalunya, uno de los grupos que respaldan al Gobierno, quiere cambiarle hasta el nombre. Propone llamarla Ley Orgánica de Defensa del Estado y la Organización Militar. Además, quiere que del Consejo de Defensa Nacional forme parte "un representante de cada una de las nacionalidades".