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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Inaceptables ausencias

El 2 de mayo tuve el placer de asistir, en la carpa Cervantes de la Feria del Libro, a la presentación de un libro memorable Cárcel de Amor. Una Historia Real de la Dictadura Franquista, de Encarnación Lemus. El elenco de dicha presentación, de lujo: Santiago Carrillo, con sus 90 años, digno y erguido como un pequeño mariscal de campo, que vino a glosar el trabajo de la historiadora Lemus, donde se recogen las 96 cartas de amor que Carmen Gómez Ruiz y Luis Campos Osaba se intercambiaron entre 1948 y 1949, hasta que Luis fue finalmente fusilado en las tapias del cementerio de Sevilla -casi diez años después del termino de la Guerra Civil- simplemente por su pertenencia al Partido Comunista.

Sentada a la diestra de Carrillo y llevando con impresionante elegancia sus 93 años, Carmen Gómez Ruiz aparecía temblorosa y emocionada, con lágrimas al borde de los ojos. Completaba la presidencia de la mesa el Delegado representante de la Fundación El Monte que ofreció una brillante alocución sobre la humanidad de Carmen, y Encarnación Lemus que lo hizo sobre el por qué del libro.

Mientras unos y otros se sucedían en el turno de la palabra, mi alucinación y sorpresa crecían por momentos, obligándome a la siguiente reflexión: ante de mí, y de todos los que abarrotábamos la carpa, teníamos a una personalidad histórica nacional e internacional: Santiago Carrillo. Detrás, de la carpa, y a escasos metros, se erguía majestuoso el impresionante edificio del Ayuntamiento de Sevilla, desde donde una coalición socialista (PSOE) y de izquierdas (IU) gobierna nuestra ciudad. Y sin embargo, en la mesa presidencial del acto, donde se homenajeaba un trozo de la historia de España, truncada por balas asesinas del franquismo, brillaban por su ausencia todos y cada uno de los representantes del gobierno socialista de nuestra ciudad. No se había dignado aparecer, ni siquiera por respeto democrático, ni el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, ni su delegado de Cultura, Juan Carlos Marset, ni la primera Teniente Alcalde, y líder de IU, Paula Garvín... Nadie, lo que se dice nadie.

¿En donde estarán todos, alcalde y concejales de nuestro Gobierno?, me preguntaba. Cierto que el mediodía de ese 2 de mayo invitaba a dorarse relajadamente al sol de primavera de la playa de Sanlú-car, pongo por caso, y a regalarse el pico con sabrosos langostinos acompañados de manzanilla del lugar... , o ¿estarían, me pregunté también, nuestro máximo regidor y sus lugartenientes en Marbella o Chipiona, tal vez? Si así fue, y esas fueran las razones para la total ausencia de tan siquiera un solo representante de nuestro gobierno municipal, sólo me cabe añadir que dicho gobierno ha escrito una página lamentable, vergonzosa e inaceptable en la historia de la hospitalidad democrática sevillana, ignorando la histórica figura de Santiago Carrillo, y la bellísima historia de amor, de Carmen y Luis.

Vivir para ver. Mejor dicho, para no ver a nadie... representando al Gobierno de la ciudad, y para recordar, siempre, estas ausencias lamentables, inaceptables y sin excusa.

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