Una democracia ejemplar
El pasado viernes por la noche vi en las noticias una imagen que, al principio, creí que pertenecía a algún programa de comedia sobre política europea. Poco a poco me fui dando cuenta de que no era ninguna broma, sino la más pura realidad. Yo estaba atónito y me dije a mí mismo: ¡cuánto tendríamos que aprender en España de la democracia británica!
Al parecer, es costumbre en aquel país que los candidatos por cada distrito oigan públicamente los resultados electorales en compañía de sus oponentes. Así, sucedió que el candidato laborista Blair tuvo que aguantar impertérrito la mirada acusadora de otro candidato de su distrito que hizo campaña independiente y cuyo hijo murió en la guerra de Irak. Además, otra señora, tocada con una gorra donde se podía leer bliar, juego de palabras con el adjetivo mentiroso en inglés, se situó exactamente al lado del futuro primer ministro durante ese acto, sin que ningún guardaespaldas ni gorila sintiera la tentación de quitar de ahí a empujones a la señora (cosa que hubiera sido lo más normal por nuestras latitudes).
Yo pensé: en mi país, una situación así sería impensable en presencia de cualquier presidente del Gobierno, sea cual sea su signo político. Y he aquí que en el Reino Unido, uno de los países donde continuamente nos estamos mirando como ejemplo, se producen situaciones como ésta. Situaciones que hablan bien a las claras de la madurez y la sana salud de un sistema democrático que, perfectible como todo en este mundo, es sin duda la espina dorsal de un país al que en muchas ocasiones miramos de reojo con envidia. Pensé, en fin, que cuando en España puedan ocurrir cosas similares a ésa, sin duda nuestra sociedad sería más madura desde muchos puntos de vista.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.