Japón espera a la 'selección nacional' de baile
Esmeralda, Sara Baras, El Güito y Vicente Amigo, entre otros, estrellas del Primer Flamenco Festival Tokyo
Solía contar Antonio Gades que la primera vez que fue a Japón con su maestra Pilar López, el viaje en barco duró 44 días. El tiempo pasa, la ciencia adelanta una barbaridad, ahora los flamencos van en avión, y además van tantos que casi necesitan un Hércules. Unas 125 personas, entre figuras, acompañantes, palmeros, guitarras, cajones, managers y gente de producción y prensa están llegando estos días a Tokio para enseñar el mejor baile del momento en el I Flamenco Festival Tokyo, que patrocina el Pabellón Español de la Expo de Aichi y que arranca mañana. La Sociedad Estatal para Exposiciones Internacionales (SEEI), encargada de poner en marcha el Pabellón Español y de darle contenido, parece consciente de que la marca flamenco causa estragos en Japón. La SEEI pidió al productor Miguel Marín, artífice del Festival Flamenco de Nueva York y Londres, la organización de un gran ciclo flamenco para convivir durante la Expo con las otras músicas patrias (Fangoria, Carlos Jean, La Oreja de Van Gogh, La Mala Rodríguez, Amancio Prada, Carlos Núñez...), las exposiciones (Picasso, Miró...) y los habituales actos gastronómico-regionales que se suelen asociar con el concepto Expo Universal.
Marín, quizá recordando aquello que contaba La Paquera de Jerez (que el primer ministro japonés la felicitó en el camerino bañado en lágrimas tras oírla cantar), o quizá porque conoce bien cómo gusta el baile en Japón (ha estado allí cinco veces y dice, exagerando un poco, que hay tantos estudiantes de baile como de informática), ha montado un festival surtido, pero volcado en el baile. Habrá cante (El Cigala, Mayte Martín) y toque (Vicente Amigo, Gerardo Núñez), pero sobre todo bailaoras y bailaores, casi todos ellos principales, de diversas tendencias y edades, y con predominio de damas.
La primera en presentarse ha sido la que nunca duda, Sara Baras, la imparable metralleta de San Fernando, que el sábado abrió fuego y arrasó con Sueños en la Expo Dome de Aichi.
La gaditana actuará de nuevo el martes (con las 1.500 entradas agotadas) en el Tokyo International Forum, que se convertirá en la sede del I Flamenco Festival Tokyo.
Éxito seguro
Eva a cal y canto, el espectáculo de Eva Yerbabuena, la otra gran representante de la exquisita generación del baby boom de los setenta, será otro éxito seguro (ya no queda ni una entrada en taquilla), el miércoles 11.
Según cuenta desde Tokyo Akiko Okamoto, intérprete y avanzadilla del Festival, hay menor interés de momento por los otros espectáculos: el Nuevo Ballet Español y su Flamenco directo (jueves); la deliciosa mezcla de cante y baile que proponen Mayte Martín y Belén Maya (viernes), y la Gala flamenca que cerrará la semana, el sábado, con una atractiva mezcla de veteranos y jóvenes: los clásicos Merche Esmeralda, El Güito y Carmen Cortés, y los contemporáneos Carlos Rodríguez, Rocío Molina y Rafaela Carrasco.
El domingo, tren bala mediante, traslado a Nagoya, ciudad cercana al recinto de la Expo Aichi 2005. Allí, en el propio Pabellón de España, a la muy taurina y nada flamenca hora de las 16.30, se presentará el espectáculo Andando el tiempo, del guitarrista Gerardo Núñez,
Para entonces, dice Okamoto, los cuerpos juncales se habrán adaptado ya, "más o menos", a la crudeza del cambio horario, y quizá también al sabor del pescado crudo, así que el flamencólogo José María Velázquez podrá pronunciar en calma su conferencia ilustrada, justo antes de que la intrépida malagueña Rocío Molina se largue a Yokohama para bailar en el Motion Blue.
Luego vendrán Chucho Valdés (no Bebo) y El Cigala (el 21), Vicente Amigo (el día 25), Ojos de Brujo (el 30) y las minigiras de Paco de Lucía (julio) y Carmen Linares, en septiembre.
Pero todo hace pensar que ésta será la semana clave para la consolidación de la pujante industria flamenca import-export. Aunque siempre cabe la duda que Sophia Coppola metió en los que vieron Lost in translation. ¿Serán los artistas capaces de salir del hotel? Según los precedentes flamencos, sí. Antes que la jonda Coppola, dos grandes monstruos gaditanos del ingenio y el arte, Chano Lobato y Rancapino, resolvieron la cuestión de esta manera tan flamenca: Rancapino le dijo a Chano que le sacara a ver Tokio. Chano, que sólo sabía donde estaba el hotel pero se orientaba por un cartel de publicidad, se limitó a darle ¡12! vueltas a la manzana. Rancapino, lost in transalation, volvió encantado: "¡Qué grande Tokio!".
Babelia
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