Las muertes en carretera bajan un 1,3% desde enero

Las víctimas mortales en carretera descendieron de enero a abril un 1,3% en comparación con el primer cuatrimestre del año pasado. La disminución confirma la tendencia marcada en 2004, cuando murieron 3.511 personas en accidentes de tráfico, 513 menos (un descenso del 12%) que en 2003. El director general de Tráfico, Pere Navarro, afirma que estos datos "están dentro de las previsiones" y que "el descenso importante" se producirá en 2006.

Las medidas introducidas por la Dirección General de Tráfico (DGT), como campañas de concienciación mezcladas con un alto número de controles de velocidad, alcoholemia y conductas temerarias, van calando.

En los cuatro primeros meses del año han muerto 1.019 personas, 13 menos (-1,3%) que en el mismo periodo de 2004. Si en los cuatrimestres restantes se mantuviera esta tendencia, finalizaría el año con una reducción de 459 fallecidos respecto a los que murieron en 2004.

Sin embargo, el director general de Tráfico, Pere Navarro, cree que el año finalizará con el mismo número de víctimas mortales que el año pasado, sin una reducción significativa. En declaraciones a este periódico, apuntó esta semana que después de "los espléndidos resultados del año pasado", cuando descendieron las muertes en el asfalto casi un 13%, debido a que "se abrió el debate" sobre seguridad vial y se pusieron en marcha campañas especiales, este año es "de transición", informa Elsa Granda. "El debate está abierto", se ha comenzado la tramitación del carné por puntos, pero "las medidas aún no están tomadas", asegura.

Navarro espera que la disminución importante de la siniestralidad se produzca a partir del año próximo. "Yo siempre he dicho que trabajábamos a medio plazo. En 2006 sí que volverá a haber un descenso importante porque vamos a empezar a recoger los resultados de los radares y del permiso por puntos. Pero necesitamos todo este año para ponerlo en marcha", reiteró.

Menos fallecidos en enero

El año comenzó de forma positiva. En enero hubo 22 accidentes y 24 muertes menos, pero en febrero se torcieron las cosas. Fue el mes más negro en lo que va de año, ya que murieron 250 personas, 22 más que en 2004. También aumentó el número de fallecidos en marzo por la Semana Santa, que acarrea millones de desplazamientos. En todo el mes murieron 16 personas más que en el mismo periodo de 2004. Abril arroja resultados mucho mejores. 27 personas menos se dejaron la vida en las carreteras, lo que supone un descenso del 10% con respecto al año pasado.

Las asociaciones de automovilistas no se mostraron muy satisfechas con el descenso de la siniestralidad. El responsable de seguridad del RACE, Antonio Lucas, declaró que "siempre que mueren menos personas es positivo", pero precisó que "todavía está muy lejos una reducción estable, donde se conozcan las causas y se investiguen las soluciones". Lucas pidió a la Administración el máximo esfuerzo en la reducción de la siniestralidad y que "no se conforme con una caída del 1%". También muy crítica se mostró la asociación Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Su presidente, Mario Arnaldo, considera que la disminución registrada de enero a abril no es significativa, dado que es mucho menor de la experimentada por los países del entorno, donde el descenso del número de víctimas mortales se sitúa en torno al 17%. Arnaldo calificó la situación de "preocupante, porque la tendencia positiva se rompió en Semana Santa", cuando aumentaron las muertes sobre el asfalto un 1,9%. En su opinión, esto demuestra que el año pasado la reducción de la siniestralidad fue "estructural", debido al "bombardeo informativo" experimentado por el endurecimiento de varias normas relacionadas con la circulación.

Durante este fin de semana, desde las 15.00 del viernes a las 20.00 del domingo, murieron en las carreteras españolas 18 personas. El accidente más importante se produjo en el municipio coruñés de Ponteceso, donde cuatro jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años, perdieron la vida en torno a las seis de la mañana del domingo, al empotrarse su vehículo contra una casa, probablemente debido al exceso de velocidad.