"Nos quedamos en Babcock e invertiremos más en España"
Christian Schmidt (Viena, 1957), presidente de Austrian Energy, pasó el jueves por Madrid para reiterar a la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) su voluntad de hacer de Babcock Borsig, en huelga indefinida, una empresa de éxito y evitar que se convierta en el primer "punto negro de su historia". Schmidt está "harto" y sorprendido y dice que la garantía de futuro es su grupo empresarial, que asegura "factura 1.000 millones de euros y tiene un Ebitda [beneficio bruto antes de intereses] de 25 millones". Además, recuerda que la vuelta a la SEPI no es posible.
Pregunta. ¿Están buscando un comprador?
Respuesta. No hay nada de nada. Compramos la compañía hace sólo un año, ¿por qué la vamos vender? Hay problemas y la situación es crítica, pero no queremos dejar la empresa, ni el mercado español. Además, estamos estudiando nuevas inversiones en España en otras áreas.
P. ¿Dice que van a respetar el plan industrial y tiene hasta fines de 2006 para hacerlo, pero no se percibe así en la fábrica?
R. Tenemos tres áreas de actividad: medioambiente, válvulas y equipamientos industriales. Sólo necesitamos carga de trabajo en medio ambiente. Hemos hecho ya muchas ofertas en España con tecnología de Austrian Energy, pero la huelga está dañando la imagen de la compañía y los clientes dudan.
P. ¿Van a transferir trabajo?
R. Sí. No a la fábrica, que no tiene problemas hasta finales de noviembre, pero sí al departamento de ingeniería. Vamos a transferir horas de trabajo desde sociedades del grupo a Bilbao.
P. ¿Qué pasará después de noviembre?
P. Hemos tenido una visita muy satisfactoria de una empresa extranjera para transferir 150.000 horas de trabajo, pero la huelga lo complica.
P. ¿Los principales sindicatos les piden un gesto?
R. Estamos listos para discutir y negociar al más alto nivel para normalizar la situación y gestionar la compañía. Tenemos ya más de 25 millones de euros concedidos como garantía por la banca austriaca para Babcock en España. No somos especuladores, somos industriales. Tenemos un montón de tierra pero no para venderla, sino para ocuparla.
P. ¿Reconocen algún error en su relación con los sindicatos?
R. Creo que no ha habido errores. Hemos tenido una comunicación abierta. Hay muchas reuniones con el comité. Tengo personalmente muchas experiencias, en Austria, Alemania o Francia, de negociación con sindicatos y comités de empresa en todo tipo de temas, pero nunca hubiera pensado en una situación como ésta, de violencia, con personas rompiendo material y ordenadores. Soy muy abierto y me siento en la mesa a que se planteen los problemas y se busquen soluciones.
P. Los sindicatos acusan a la empresa de haberles amenazado con una suspensión de pagos.
R. En caso de huelga no se pagan los salarios. Es lo único que se dijo a los trabajadores.
P. ¿Pero no se habló de suspensión de pagos?
R. Por supuesto que no. ¿Por qué? No se pagan los salarios porque lo dice la ley. Planteamos suspender los salarios, no una suspensión de pagos.
P. ¿No cree que decretar el cierre patronal durante la huelga puede calentar las relaciones?
R. No lo creo. Es un movimiento defensivo para proteger los bienes y a la gente. Es necesario decir que la empresa es nuestra y no del comité. No es permanente, queremos negociar.
P. Hace un año señalaron que la empresa crecería un 100% en 2006 y que ese mismo año, tras dos de pérdidas, tendrían beneficios. ¿Es posible?
R. Con la situación actual no. No somos soñadores somos realistas. Ahora tenemos que darnos un año más.
P. ¿Qué pasa con el director financiero? Su expulsión fue el desencadente de la huelga y los sindicatos exigen su readmisión.
R. Podemos discutir su vuelta, pero no ligado a la condición adicional de que Austrian Energy deje la empresa. No hay nada que hacer en ese punto porque no es la base de la discusión. Estamos deseando discutir y transferir horas. Incluso estamos estudiando crear un centro de excelencia en Bilbao, porque el lugar es perfecto para hacer investigación y desarrollo para el conjunto del grupo. Es más de lo que prometimos en el plan industrial. Pero ésto no se puede dar con violencia y huelga.
R. ¿Tiene miedo de la investigación abierta por la Fiscalía sobre el proceso de privatización?
R. Si es necesario, que se investigue. Nos parece bien y no sabemos nada de lo que pasó antes de que llegaramos.
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