El club prohíbe ir a Montmeló al sancionado Luque

Los finales de ciclo son siempre dolorosos y agitados, como está pudiendo comprobar el Deportivo en las últimas semanas. La afición, los futbolistas y el entrenador, Javier Irureta, no pueden disimular los síntomas depresivos. Y para completar el cuadro se suceden los conflictos.

Hace diez días fue la publicación en un periódico financiado por el club, Depor Sport, de una lista de posibles sustitutos del técnico. En vísperas del partido con el Atlético, las suspicacias sobre la actitud de Luque, que estaba sancionado y al que el club prohibió desplazarse a Barcelona para asistir al Gran Premio de España de Fórmula 1 en el circuito de Montmeló bajo la amenaza de una sanción económica.

La directiva tuvo conocimiento de que Luque había encargado hace dos semanas unas entradas para acudir a la prueba automovilística. Entonces aún no sabía si jugaría, pero sí que estaba a punto de ser sancionado porque había acumulado cuatro amonestaciones. La quinta la vio la pasada semana, en el Sánchez Pizjuán, cuando en el minuto 76 dio un empujón al lateral sevillista Daniel Alves después de que éste le hiciese una entrada.

A pesar de la suspensión que le impedía jugar ayer, Luque se quedó sin ver a Fernando Alonso y Michael Schumacher. De acuerdo con Irureta, el club, que, por lo general, se ha mostrado condescendiente con los actos de indisciplina de sus futbolistas, se puso severo en esta ocasión. Anunció que todos los jugadores deberían quedarse en A Coruña durante el fin de semana aunque no fuesen convocados para el partido bajo la amenaza de una multa de 6.000 euros. Además, estarán obligados a regresar a la ciudad con la expedición oficial del equipo en los dos desplazamientos que les quedan hasta el final de la temporada, a Zaragoza y Soria.

El club también intervino para solicitar a Irureta que excluyese de la lista para el partido de ayer a un chico de la cantera, Jonathan, con el que pensaba contar debido a las bajas en la delantera. Fue una decisión personal del presidente, Augusto César Lendoiro, quien sospechaba que el joven futbolista está en tratos precisamente con el Atlético.