Cambios sin fortuna

Por sexto mes consecutivo, Tele 5, con una programación estable y consolidada, es la cadena más vista, con un 22,7% de cuota de pantalla, y amplía diferencias con la segunda clasificada, Antena 3, que cedió en abril 0,6 décimas con respecto a marzo y registró un 20,2% de cuota. Este descenso, según un informe de Corporación Multimedia a partir de datos de Sofres, tiene mucho que ver con su pérdida de público en una de las franjas más importantes del día: la sobremesa, donde su nuevo magacín diario La buena onda de la tarde (15.45) no ha conseguido despertar demasiado interés. Otro estreno de Antena 3, En buenas manos (10.00), la revista de salud que conduce Bartolomé Beltrán, tampoco termina de remontar y no hace más que debilitar los resultados de la cadena privada.

En enero, Antena 3 estrenaba La vida es rosa, espacio de crónica social amable con Rosa Villacastín y Olga Marset. Su paso por la cadena no pudo ser más efímero, ya que dos meses después los bajos índices de audiencia -no superó la media del 14% y 1.444.000 espectadores- colmaron la paciencia de los directivos. Antena 3 entonces recurrió a Alicia Senovilla, especialista en formatos de chismorreo. Así el 29 de marzo llegaba La buena onda de la tarde (15.45), articulado en torno a una mesa de cotilleo con comentaristas habituales de la prensa rosa. Este reemplazo no ha reactivado la sobremesa, y si la primera emisión captó la atención de 1.544.000 personas (15% de cuota), el jueves pasado bajó hasta 1.248.000 (12,9%). De la fuga de espectadores se benefician sobre todo los magacines Aquí hay tomate y A tu lado (ambos en Tele 5) y los culebrones de TVE-1 (Amor real y Obsesión).

Hace tres semanas, la cadena privada emprendió la remodelación de la franja matinal. El primer damnificado ha sido Ruedo ibérico, que ha cedido parte de su tiempo a En buenas manos. El estreno del espacio que conduce el doctor Beltrán comprimió la tertulia matinal de Montserrat Domínguez 45 minutos, aunque para Francisco Díaz Ujados, director de Programas, Ficción y Cine Español, el tiempo real del recorte es tan sólo "de 10 o 15 minutos".

Pero los consejos de nutrición, estética, sexo, pareja o salud del ginecólogo y sus colaboradores tampoco suscitan mucho interés, ya que sólo ha logrado una media de 225.000 fieles (12,1% de cuota de pantalla). En buenas manos tiene que lidiar con el veterano Saber vivir (TVE-1), que gana por goleada. La emisión del pasado jueves del espacio de salud que conduce Manuel Torreigleisas se saldó con una audiencia de casi medio millón de personas (24%) frente a 186.000 espectadores (9,9%) de la producción de Antena 3.

TVE-1 también ha intentado en los últimos meses reflotar una de sus franjas más frágiles: la tarde. La audiencia de 17.00 a 20.30 se reparte casi a partes iguales entre Tele 5 (21,1% de cuota) y Antena 3 (21%), seguida a cierta distancia por La Primera (18,8%). Los cambios efectuados por la cadena pública desde que prescindió en febrero del magacín Esto es vida, que conducía Juan Ramón Lucas, "por baja audiencia", según declaró entonces un portavoz de TVE, han sido de momento en vano.

Tras unos meses de programas de relleno y una política de desempolvar viejas producciones del Ente Público, como Proceso a Mariana Pineda, con Pepa Flores, TVE-1 estrenó hace 15 días, con más de un mes de retraso, El enemigo en casa (18.00). El concurso cultural que presenta Daniel Domenjó es una digna alternativa para la franja vespertina, pero con unos registros de audiencia todavía discretos. El miércoles pasado fue visto por 814.000 personas (11,8%).

Para Eduardo García Matilla, experto analista y director general de la Corporación Multimedia, compañía centrada en estudios de audiencias, los cambios y vaivenes en las programaciones no siempre son beneficiosos para las cadenas. "En una industria tan caprichosa como la audiovisual fidelizar la audiencia es fundamental, y para ello es necesario consolidar los programas, lo que significa tener paciencia". Según García Matilla, buscar alternativas con rapidez sin esperar a que el formato se asiente "es una práctica histérica que sólo conduce al despiste del espectador".