Metamorfosis en la construcción
Los grandes grupos invierten en otras actividades y en el exterior para salvaguardar sus cuentas y su independencia
FCC y Acciona van a gastar 5.000 millones en adquirir empresas ajenas a la construcción. Sacyr ha empleado ya las plusvalías de su inversión 'de ida y vuelta' en BBVA en hacerse con una compañía de medio ambiente. Y ACS reconoce que este año su negocio constructor volverá a crecer menos que sus otras actividades. Los grandes grupos están acelerando su implantación en sectores menos cíclicos y en otros países para preservar sus cuentas y su independencia.
Sin contar concesiones u otros negocios, la actividad exterior de estos grupos en construcción pura y dura creció un 27,6% en 2004
Santos ha elevado al 45% la aportación de los servicios al resultado operativo de FCC y Sufi ha cuadriplicado las ventas en servicios de Sacyr
El maratón de las grandes y medianas constructoras españolas, en cuya facturación y beneficios participa cada vez menos el ladrillo, discurre ahora por la incorporación de negocios y mercados distintos a los cíclicos y tradicionales.
Una cierta atonía en el mercado español de obras públicas en 2004, la espada de Damocles de la caducidad anunciada de buena parte de los generosos fondos comunitarios que recibe desde hace lustros España para infraestructuras y desarrollo, y la previsible y tal vez fuerte desaceleración del mercado inmobiliario doméstico, entre otros factores, explican el que se haya acelerado en los últimos meses esta progresiva migración hacia actividades tan diversas y distintas del ladrillo y el cemento como la gestión de infraestructuras (autopistas, puertos y aeropuertos, principalmente), el transporte (autobuses interurbanos, ferrocarril, tranvías y navieras), los servicios urbanos (limpieza, abastecimiento de agua, depuradoras, señalización, mobiliario) y de medio ambiente (desaladoras y plantas de reciclaje de residuos), las compañías de energía (electricidad, biocarburantes), los servicios de ingeniería, la gestión de maquinaria, las operadoras de telecomunicaciones...
Mucho dinero en juego
Los últimos planes estratégicos presentados por estas compañías y las numerosas operaciones que han protagonizado desde diciembre pasado son una buena prueba de la aceleración de esta tendencia. Ferrovial, por ejemplo, ha invertido en el primer trimestre, mayoritariamente en mercados y actividades ajenas al doméstico y a la construcción, 520 millones de euros, casi un 30% más que la inversión que realizó a lo largo de todo el ejercicio 2004.
FCC, que se ha hecho recientemente con el grupo logístico Santos, anunció hace 15 días que dispone de 3.000 millones de euros para comprar empresas e incrementar su diversificación. Acciona dispone de 2.000 millones para hacer tres cuartos de lo mismo y en estos momentos batalla con una OPA en Australia para hacerse con el grupo de energía renovable Pacific Hydro. Sacyr acaba de comprar la compañía de medio ambiente y gestión del ciclo del agua Sufí. Y ACS prepara con su participada Abertis y con AENA una expansión en toda regla en la gestión aeroportuaria.
No es el terremoto de hace dos años y medio, cuando ACS se tragó a su competidora Dragados, Sacyr a la inmobiliaria Vallehermoso y Bami a la también inmobiliaria Metrovacesa, pero el perímetro de estos grupos está cambiando a marchas forzadas. Hay mucho dinero en juego para ello, y nadie descarta del todo, además, alguna nueva operación de fusión o adquisición con alguna grande del sector por medio, tras el desembarco hostil de Acciona en FCC, o alguna operación de calado sobre sectores ajenos a la construcción tras la frustrada incursión de Sacyr Vallehermoso en BBVA con el objetivo de incorporarse al control y a los mandos del grupo financiero o el creciente desembarco en el sector energético.
En paralelo a estos movimientos relativos a la naturaleza y a la ubicación del negocio, se están produciendo otros, de índole interna, que afectan al control societario de estos grandes grupos empresariales.
La profunda reestructuración accionarial en FCC, tras la salida de la francesa Veolia (filial de Vivendi) y la entrada de Ibersuizas, Cartera Deva, y la familia Peugeot en la sociedad B-1998, que controla la constructora y en la que Esther Koplowitz tiene mayoría, ha continuado en 2005. Un nuevo grupo, Bodegas Faustino, se ha incorporado al capital de la misma en el pasado mes de enero. Koplowitz ha cedido al grupo vinatero, que no descarta incrementar en un futuro su participación en la sociedad de control de la constructora, el equivalente a un 2,8% del capital por unos cien millones de euros.
En ACS, los tres socios de referencia (Corporación Financiera Alba, los financieros Alberto Cortina y Alberto Alcocer, y el presidente del grupo y del Real Madrid, Florentino Pérez) han seguido comprando acciones y aumentando sus respectivos paquetes de control. Pérez, en concreto, que es el tercer mayor accionista, adquirió más títulos en marzo, cuenta ya con el 6,8% del capital, y asegura que quiere seguir comprando hasta llegar al 9%.
Juan Miguel Villar Mir, promotor y mayor accionista del sexto grupo constructor y concesional español, OHL, ha afianzado también su control sobre el mismo en los últimos meses. Su participación alcanza ya el 49,581%.
Y en Sacyr Vallehermoso, su presidente, Luis del Rivero, y su predecesor, José Manuel Loureda, también han ido incrementando sus participaciones en el grupo en los últimos meses y ambos rondan, hoy, el 13%.
Los movimientos accionariales no se han circunscrito a las grandes constructoras presentes en Bolsa. Corsán-Corviam, la novena del sector por volumen de negocio, pasó a manos del grupo Isolux, que pagó por ella 325 millones de euros, a finales del pasado año. Y Constructora San José, que pujó infructuosamente por Corsán-Corviam, ha vuelto a fracasar hace unos días en una OPA lanzada sobre Duro Felguera.
También ha habido movimientos entre el centenar de constructoras medianas, con facturaciones de entre 30 y 300 millones de euros anuales, que facturan anualmente más de 11.000 millones y en muchos casos superan en ratios de rentabilidad sobre ventas a las grandes.
Crecimiento del 4%
El sector de la construcción, en su totalidad, va, además, como una moto. Generó 144.700 millones de euros en 2004, cifra que supone un crecimiento anual del 4%, según la patronal Seopan. Esta actividad aporta ya más del 18% del producto interior bruto español, frente a la participación del 14% que suponía hace una década.
En cuanto a 2005, la patronal confía en que el sector crezca entre un 3,5% y un 4,5%.
No es ajena a estos resultados la diversificación de mercados, también en la actividad estrictamente constructora. Sin contar las aportaciones de otros negocios o de las concesiones, la actividad exterior de estos grupos en construcción pura y dura creció un 27,6%, hasta los 3.700 millones de euros, en 2004. Cifras que contrastan con el escaso crecimiento interanual del mercado doméstico de obras públicas en el último ejercicio.
Dimensión internacional
En construcción, y en parte también en la actividad inmobiliaria (caso de Realia), varios grupos buscan en los nuevos socios comunitarios de la Europa del Este compensar posibles caídas en el crecimiento del negocio doméstico. Ferrovial, por ejemplo, compró hace ya algunos años la polaca Budimex, líder en su mercado, que alcanzó en 2004 una facturación de 489 millones.
OHL, la sexta constructora por tamaño y la menos diversificada por actividades, también está haciendo un gran esfuerzo este año por abrirse camino en los países del Este. Da sus primeros pasos en Eslovaquia y en la República Checa, donde cuenta con una filial constructora (ZS Brno) y otra de prefabricados de hormigón (ZPSV), se ha hecho ya con nuevos contratos por un importe de 233 millones de euros.
Los grandes grupos buscan para sus otros negocios, en especial las concesiones, mercados europeos más desarrollados, Reino Unido e Irlanda en el caso de Ferrovial o FCC, Portugal en el caso de Sacyr, y América del Norte y del Sur (en algunos países de este área están presentes todas las grandes constructoras).
En relación con sus cifras de venta, la más diversificada geográficamente entre las grandes y con diferencia es Ferrovial, que obtiene fuera de España casi cuatro (un 37%) de cada 10 euros que ingresa. El sector exterior aporta también porcentajes reseñables (por encima del 20%) a la facturación de Acciona y OHL.
ACS, aunque su presidente apuesta en construcción por el mercado doméstico y aunque sus concesiones de autopistas las integró en la participada Abertis, conserva aún por la actividad industrial de Dragados un peso reseñable de los mercados internacionales en su facturación. La más retrasada, pese a haber sido una de las pioneras en establecerse fuera de España, es hoy FCC, que obtiene menos de un 10% de sus ingresos en mercados internacionales.
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