La fórmula de Greenspan
La Fed aumenta los tipos de interés sin olvidar el crecimiento del PIB
La Reserva Federal (Fed) ha elevado esta semana los tipos de interés estadounidenses en un cuarto de punto, hasta el 3%. El objetivo de la entidad dirigida por Alan Greenspan es buscar la fórmula que controle la creciente inflación, generada por los altos precios de los combustibles, sin perjudicar el crecimiento económico del país, el más débil de los últimos dos años.
Esta es la octava alza consecutiva de la tasa de interés en Estados Unidos, que llegó a estar situada en un 1% en junio del año pasado tras cuatro años de contracción progresiva del índice. La tasa fijada por la Fed sirve de referencia para los tipos que cobran los bancos al público y a las empresas.
El IPC estadounidense acumula un aumento del 3,1% en los últimos 12 meses, una cifra que comienza a preocupar a los analistas
El crecimiento económico durante los tres primeros meses de 2005 se sitúa en el 3,1%, el más débil de los últimos dos ejercicios
Junto con esta alza, el organismo presidido por Alan Greenspan manifestó su intención de continuar con "sus ajustes graduales y moderados del precio del dinero" en lo que queda de año. Los más aventurados se han apresurado a pronosticar que la tasa se situará en un 4,25% en diciembre si no varía la política expansiva demostrada hasta el momento por el instituto de control monetario estadounidense.
El efecto del petróleo
El objetivo con esta política es controlar la creciente inflación, acumulada más de lo previsto debido al alza progresiva de los precios de los combustibles y de todos los derivados del petróleo, un hidrocarburo que ya se encuentra sobre los 52 dólares el barril y con perspectivas al alza según todos los analistas. Estados Unidos es uno de los mayores consumidores de crudo del mundo, por lo que cualquier variación en su precio afecta directamente la producción industrial y los precios al consumidor del país.
En marzo, el IPC creció un 0,6%, lo que sumado al 0,4% de febrero ha acumulado un 3,1% en los últimos 12 meses, una cifra que ya preocupa a los analistas. Los expertos han señalado que ésta es la primera manifestación inflacionaria real en el país en los últimos tres años, periodo en que el coste de vida ha tenido incrementos mínimos. Y las previsiones oficiales no son mejores: el Libro Beige de la Fed que recoge las previsiones económicas de sus 12 bancos regionales indicó que "las presiones alcistas se han fortalecido".
La luz de esperanza a la que se aferran los pronósticos oficiales es el IPC subyacente, que no incluye en su cálculo las áreas más volátiles como combustibles y alimentos. De esta manera, según los analistas, se entrega un panorama más fiable de lo que ocurre con los precios. Para la Fed este índice se mantiene controlado a pesar de que subió un 0,4% en marzo, el más alto desde agosto de 2002. En los últimos 12 meses, el IPC subyacente o nuclear ya llega al 2,3%.
Reflejo en el PIB
Con todo, el control de la inflación no es lo único que preocupa a la Fed, ya que el crecimiento económico es el otro factor a tomar en cuenta. Durante los últimos cuatro años, la caída progresiva de los tipos de interés sirvió de dinamizador del consumo y del PIB. Es por ello que con las alzas del último año, muchos temen un efecto contrario. Los datos indican que el crecimiento durante los tres primeros meses de 2005 alcanzó el 3,1%, el más lento en los últimos dos años.
Las caídas en las ventas al consumidor y de automóviles, sumado a los salarios reales, que cayeron un 0,3% en marzo, tampoco son datos muy alentadores a la evolución de Estados Unidos. Así, el efecto que pueda tener el alza de los tipos en la disminución de la inflación es clave para medir la evolución de la economía a medio plazo. Por el momento, los datos no son del todo buenos, aunque se espera el comportamiento del consumo en los próximos meses.
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