200.000 metros de suelo residencial en Terra Mítica han generado una plusvalía de 300 millones
El parque temático Terra Mítica, impulsado por el Consell a finales de los noventa en Benidorm, es paradigma del pelotazo urbanístico en la Comunidad Valenciana. El complejo, ruinoso para la Hacienda pública valenciana (la Generalitat controla el 20% de las acciones de un negocio en suspensión de pagos a cuatro año de su apertura), se ha convertido en la gallina de los huevos de oro para la iniciativa privada. Al margen las plusvalías embolsadas por los propietarios de los terrenos urbanizables colindantes al parque (unos 2,5 millones de metros cuadrados) el suelo destinado a usos residencial y hotelero -incluido en la reserva inicial de 9,6 millones de metros cuadrados- ha generado un impacto económico multimillonario. Un estudio realizado por urbanistas de Benidorm sitúa entre los 300 y 600 millones de euros la plusvalía de sólo 200.000 metros cuadrados de suelo de esas características. El informe apunta otro beneficio indirecto: la ausencia de costes privados en el apartado de infraestructuras, ejecutada a cargo del erario público.
Para la puesta en marcha del parque temático Terra Mítica, el Consell reservó un total de 9,6 millones de metros cuadrados de monte, quemado a mediados de los ochenta. La Generalitat pagó a precio de suelo forestal. Los propietarios recurrieron al Tribunal Superior de Justicia que ha quintuplicado hasta elevar a los 1.000 millones de euros, las cantidades inicialmente abonadas.
Además de los promotores de los proyectos urbanísticos (dos campos de golf, hoteles y áreas residenciales, en total un tercio del suelo expropiado) los primeros beneficiados por el complejo lúdico fueron un millar de propietarios de suelo urbanizable en el límite con la reserva de Terra Mítica. En abril de 1997, a los tres días de conocerse el emplazamiento definitivo de Terra Mítica, el suelo colindante triplicó su valor: de seis a 18 euros el metro cuadrado. Los grandes propietarios beneficiados fueron la familia Puchades (con 788.000 metros cuadrados) Cajalicante (260.000 metros cuadrados) el grupo Tecosa, del empresario Roch Tabarot (con 150.000 metros cuadrados). A éstos se suma un cuarto y polémico grupo, la mercantil Explotaciones Turísticas Finestrat (con 432.000 metros cuadrados). Esta mercantil está participada por el empresario Eliseo Quintanilla. Éste integraba, en calidad de vicepresidente, la extinta Sociedad Parque Temático de Alicante, entidad auspiciada por el Consell para poner en marcha el parque.
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