El retorno de las marcas populares
Las grandes berlinas están en proceso de redefinición. Sus líneas clásicas han perdido gancho y ya no seducen igual a las nuevas generaciones de compradores que alcanzan la madurez y que ahora se identifican más con diseños y conceptos menos convencionales. Para evitar la caída de ventas ante los nuevos todoterrenos de asfalto, como los Touareg y Cayenne, e incluso ante los monovolúmenes y los grandes cupés de cuatro plazas, como el BMW Serie 6, los fabricantes intentan rejuvenecer su imagen con estéticas más deportivas. Sobre todo, van a proponer carrocerías mestizas que combinan soluciones de varios tipos de coche. Las más estilizadas recuerdan a los cupés, como el Mercedes CLS, que mantiene las cuatro puertas, aunque integradas en una línea más innovadora y dinámica.
Otra tendencia con futuro es la de las superberlinas, que utilizan carrocerías más altas inspiradas en los monovolúmenes y los todoterrenos para intentar ofrecer el máximo confort. Y esta arquitectura permite integrar seis butacas individuales repartidas en tres filas para viajar como en el salón de casa. El nuevo Mercedes Clase R, que llegará a final de año, muestra el camino que pronto seguirán BMW y Audi, entre otros.
Sin embargo, a corto plazo, lo más destacable es la ofensiva de las marcas populares, que, a pesar del fracaso de los últimos intentos (Renault Vel Satis), quieren reconquistar la categoría. Así, a la reciente llegada de los nuevos Hyundai Sonata y Fiat Croma seguirá en diciembre la del Citroën C6.
SUPERTURBODIÉSEL
LA BATALLA desatada entre las marcas alemanas de prestigio por ofrecer el turbodiésel más potente del mercado parece no tener fin. En la actualidad, el trono corresponde a Volkswagen, que domina gracias al impresionante 5.0 V10 TDi de 313 CV que montan los Touareg y Phaeton.
Sin embargo, su reinado está bajo amenaza. Así, Mercedes ha anunciado ya un nuevo V8 CDi de 315 CV, que está previsto para 2006. Además lanzará, también el año que viene, un V6 con tecnología triturbo y 286 CV.
La única que parece ligeramente retrasada es BMW: por el momento su turbodiésel más potente es un 4.4 V8 de 300 CV. Pero sin duda está preparando evoluciones superiores, lo mismo que el grupo VW: con Audi como abanderada, responderá, también a lo largo de 2006, con otro V8 de 315 CV. Y la escalada continúa.
LOS QUE VIENEN
MUCHAS NOVEDADES y un denominador común: la creatividad. Sólo el Hyundai Sonata, que se acaba de poner a la venta, muestra una línea de arquitectura convencional. Pero con trazos recios y un diseño elaborado para potenciar la robustez y el empaque. Ofrece motores 2.4 y 3.3 V6 de gasolina (161 y 233 CV), y en 2006 completará su oferta con un nuevo 2.0 CRDi turbodiésel de 135 CV.
El Citroën C6, que saldrá en diciembre, aporta una estampa muy aerodinámica que recuerda a la del desaparecido XM. Apostará por el confort, con suspensión neumática de serie y butacas traseras reclinables. Y estará disponible con motores 3.0 V6 de gasolina (215 CV) y 2.7 HDi turbodiésel (208 CV), los dos con cambio automático / secuencial.
También destaca por su diseño distintivo el Fiat Croma, que presenta una silueta casi de ranchera y se decanta por el sentido práctico, con un interior flexible que permite repartir el espacio. Llegará en junio con cinco motores; entre ellos, un 2.4 JTD turbodiésel de 200 CV.
El Lexus GS, que también está ya a la venta, es la propuesta más sofisticada. Lo refleja en el diseño, elegante pero con un toque deportivo, y en la mecánica, con motores V6 y V8 de hasta 283 CV.
INNOVACIÓN
UNA BERLINA que parece un cupé. El Mercedes CLS estrena una línea afilada y sugerente que recuerda a los mejores deportivos. Pero mantiene una carrocería con cuatro puertas para facilitar el acceso al interior y no penalizar el confort de los pasajeros.
Este cóctel innovador está dirigido a quienes no aceptan la línea clásica de las berlinas, pero tampoco pueden permitirse, por razones familiares, de espacio o de confort, conducir a diario un cupé convencional. Con esta nueva arquitectura apenas se pierde habitabilidad (sólo se reduce un poco la sensación de desahogo en el interior) y a cambio mejora mucho el gancho estético de la carrocería.
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