Los otros piratas

Se habla mucho en estos días de la piratería cultural. Como ex comprador compulsivo de música y aún bastante comprador compulsivo de libros, me gustaría añadir algunas reflexiones basadas en mi experiencia personal. He seguido muy de cerca a muchos artistas y comprado sus grabaciones, dada mi edad, cuando se editaban aún en vinilos. En los últimos años muchas de éstas fueron reeditadas en CD, y con el asunto del mejor sonido, he ido renovando lo que ya tenía y comprándolo en el nuevo formato.

A los pocos meses, lo que ya había adquirido volvía a salir a la venta, esta vez remasterizado y con lo que se denomina bonus track, es decir, cortes con temas añadidos que de otro modo no se podrían conseguir. En otras ocasiones esto me ha afectado menos, aparecían en formato de "grandes éxitos" siempre con algún tema también nuevo. A veces uno podía picar y he llegado a tener en grabaciones "no piratas" hasta cuatro veces los mismos temas. Pero cuando creía que el cuento se había acabado, me encontraba con que aparecía una caja de varios CD titulada "Las grabaciones completas de...", en la que, naturalmente, aparecían otros temas, a veces tomas alternativas, que si deseabas tener, evidentemente no quedaba más remedio que comprar la susodicha cajita, en la que, por cierto, aparecía todo lo que en su momento ya habías comprado.

En otras ocasiones, la reedición es sólo de un disco, pero al que ahora, a veces a los pocos meses de haber salido, se le añade un DVD de "regalo" o un libreto con las fotografías de la grabación, etc.

Aun consciente de que lo que oficialmente se llama pirateo puede o está acabando con muchos puestos de trabajo, tengo que reconocer que en muchos momentos pensé en ir al top manta a comprar las nuevas versiones, pero como este nuevo mercado se realiza con música del momento y muy comercial, mi intento resultaría inútil. Gracias, de todas formas, a esta avaricia insaciable de las discográficas mi afán coleccionista se ha visto curado en gran medida. Sí, disfruto pasando mis viejos vinilos a CD para evitar que se sigan deteriorando, aunque, eso sí, supongo que al comprar mis CD vírgenes pago el canon antipirateo por grabar en distinto formato lo que en su momento compré.

Mientras, espero que las multinacionales discográficas puedan seguir obteniendo grandes beneficios con esa gran política cultural.