EHAK emplaza a Imaz a negociar un candidato que no sea Atutxa

La reelección del peneuvista Juan María Atutxa como presidente del Parlamento vasco está en un serio peligro y puede convertirse en la primera víctima del revés electoral de la coalición PNV-EA. La portavoz de EHAK emplazó ayer formalmente al PNV a proponer otro nombre, bajo la advertencia de que su oposición a Atutxa "es firme", como lo es también para el PSE y PP. Sólo le respaldan los 29 diputados de la coalición nacionalista.

La sustitución de tres electos de EHAK da una mayoría de 40 mujeres sobre 35 varones

La presidencia de la Cámara vasca puede convertirse el día 16 en la primera pérdida de la coalición PNV-EA por el revés electoral sufrido el 17 de abril. La negativa de PSE, PP y EHAK a contemplar siquiera una negociación de la Mesa de la Cámara en la que Juan María Atutxa figure como aspirante a presidirla está poniendo las cosas muy cuesta arriba a la coalición nacionalista, único apoyo ahora mismo del candidato, con 29 votos de 75. EB no manifiesta su postura y parece poco lógico que dé su apoyo a un candidato que no pueda garantizarle un puesto en la Mesa por el que pugna con EA. Los tres grupos han pedido al PNV que proponga otro nombre, pero el presidente de la ejecutiva nacional, Josu Jon Imaz, insiste en que Atutxa es y será su candidato. Sólo una renuncia voluntaria de éste parece ahora mismo capaz de allanar las cosas.

EHAK, la candidatura para la que pidió el voto la ilegalizada Batasuna, emplazó ayer a Imaz a sentarse con su grupo a negociar un sustituto. Nekane Erauskin, portavoz de EHAK, dijo que su rechazo a Atutxa es "una decisión firme", pero que su grupo contemplaría el apoyo a otro candidato que propusiera la coalición PNV-EA, ya que entiende que la presidencia de la Cámara le corresponde a ésta como fuerza más votada.

EHAK no descarta tampoco dar su apoyo a un candidato de otro grupo, en concreto del PSE-EE, si considera adecuada la persona que proponga ese partido, y asegura que su voto no depende de que se les garantice o no un puesto en la Mesa de la Cámara. "Nosotras no nos movemos en función de lo que nos den o no nos den. Ya nos irán conociendo, pero cuando tomamos una decisión, es firme", dijo Erauskin.

Para la elección del presidente, los diputados escriben un solo nombre en una papeleta y es elegido el que obtiene la mayoría absoluta. Si ningún candidato la alcanzase, se repetiría la votación entre los dos con más apoyo. Si en esa segunda votación tampoco hubiera mayoría absoluta para ninguno, se efectuaría una tercera, y se elegiría por mayoría simple. En caso de empate, el Reglamento del Parlamento vasco no prevé fórmula alguna para deshacerlo.

Los peneuvistas son conscientes de que por primera vez en muchos años la presidencia de la Cámara puede tener un signo no nacionalista, sobre todo si el PNV se empeña en mantener a Atutxa. Existe un precedente de esta situación, cuando el PSE logró la presidencia de ese órgano para el actual presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren.

Imaz ya había reprochado el jueves a los electos de EHAK que pretendan excluir a Atutxa de la presidencia de la Cámara cuando piden una política sin exclusiones para esta nueva etapa. "Se ve que la exclusión sólo les molesta cuando les afecta a ellos", dijo el líder peneuvista. Lo cierto es que este movimiento inesperado de EHAK dificulta las cosas al PNV y ayer se debatió sobre ello en la Asamblea Nacional que los peneuvistas celebraron en Bilbao.

Lo más probable para la sesión constitutiva de la Cámara, prevista por el propio Atutxa para el día 16, es que haya dos candidatos, ya que el PSE-EE tiene intención de presentar el suyo. El PP anunció ayer que no presentará un aspirante propio y ha abierto la puerta a negociar su apoyo al que plantee el grupo socialista, aunque no compromete de entrada su respaldo.

Los parlamentarios electos de EHAK -ocho mujeres y un hombre- han sido los primeros en acreditarse en el Parlamento autónomo. La candidatura ha optado por sustituir a tres de los electos en sus listas. Los nueve escaños los ocuparán, además de las tres caras ya conocidas -las cabezas de lista Nekane Erauskin, Karmele Berasategi y Maite Aranburu-, otras cinco mujeres y un hombre. Han renunciado a sus escaños Aitor Sayans, Ander Irazusta y José Miguel Atxa, sustituidos respectivamente por Itziar Basterrika, Julián Martínez y Aintzane Gárate. Las otras tres parlamentarias son Ane Auzmendi, Katalin de Madariaga y Aiora Mitxelena. Esta última, de 19 años, estará en la mesa de edad como diputada más joven. Durante la presentación se puso de manifiesto que algunas de las elegidas no se conocían entre sí y la portavoz tuvo que asegurarse de los nombres de, al menos, dos de ellas.

Con estas sustituciones, el número de mujeres en la Cámara se eleva a 40, frente a 35 hombres, una mayoría inédita. Si el PNV no reconduce el rechazo a Atutxa, también una mujer podría presidir por primera vez el Parlamento autónomo, ya que el PSE baraja el nombre de Isabel Celaa, miembro de la Mesa en la pasada legislatura, aunque también la ex ararteko (Defensor del Pueblo vasco) Mertxe Agúndez, elegida en las listas socialistas pero no afiliada, puede entrar en las cuentas si un acuerdo amplio exige una candidatura más independiente.