"Si el coche funciona, puedo ganar"
Alonso confía en las mejoras de su nuevo Renault y no ve a Ferrari tan fuerte como en Imola
El viernes es poco indicativo. Lo dicen todos los pilotos y los equipos tampoco sacan conclusiones definitivas de lo que ocurre en la primera toma de contacto de los coches con el asfalto. Pero hay algunas cosas que comienzan a entreverse. La primera que, pase lo que pase, Montmeló será una fiesta durante todo el fin de semana. Ayer acudieron al circuito 59.000 espectadores, seis mil más que el año pasado. La expectación es alucinante. Y el mayor interés tanto del paddock como de la grada está focalizado en la pugna que mantienen Fernando Alonso y Michael Schumacher, o lo que es lo mismo Renault y Ferrari, y que hoy vivirá un nuevo capítulo en los primeros entrenamientos de calificación (13.00, Tele 5).
Lo demás parece contar muy poco. "Si el coche funciona", aseguró ayer Alonso, que logró el noveno mejor tiempo, a dos segundos del McLaren de Pedro de la Rosa (1m 15,062s), "yo puedo subir al podio o ganar". Fue una demostración más de la absoluta confianza que tiene en sus dotes de conducción. Apoyada, además, en el hecho de que Ferrari no parece haber encontrado todavía las mejores soluciones en un circuito que conoce profundamente como el de Montmeló. "Haber entrenado tanto aquí, nos iguala a todos", referenció el asturiano. "Pero me da la impresión de que Ferrari no está tan fuerte como en Imola".
Alonso apenas corrió ayer. En la primera tanda de entrenamientos libres sólo dio dos vueltas. Y en la segunda, 24. Pero dio lo mismo. Las banderas azules y amarillas ondearon por todo el circuito en honor al asturiano, aunque se veían algunas rojas adornadas con un caballino, símbolo de Ferrari. Alonso estrenó en competición la primera evolución completa del R25, que le proporciona 10 caballos más de potencia y que ha quitado cinco kilos de peso al motor para repartirlos en la parte baja del coche. Su coche tiene ahora más estabilidad, porque el centro de gravedad es más bajo.
"La verdad es que apenas he podido apreciar las mejoras en el coche, porque hemos corrido de forma muy conservadora, protegiendo el motor con menos revoluciones por minuto de las que puede dar", confesó Alonso. "Pero probé el coche la semana pasada en Jerez y me parece que hemos dado un paso adelante. Y tanto en las cronometradas como en la carrera seguro que lo notaré".
Las balas plateadas de Mercedes mostraron ayer un aspecto similar al de los entrenamientos de Imola. Están ahí. "Lo bueno es que sin tener el coche aún a punto, ya estamos realizando los mejores tiempos", apuntó De la Rosa. Y Alonso no les obvió: "Si Michelin está por encima de Bridgestone en esta carrera, como esperamos, nuestros grandes rivales serán entonces McLaren y Toyota. Pero estoy convencido de que Ferrari estará también ahí". Las pruebas de neumáticos marcaron la jornada, como es habitual los viernes de los grandes premios. "Hemos tenido algunos problemas de frenada y creo que el viento nos ha perjudicado un poco, pero no nos ha ido mal. Buscamos los neumáticos más constantes para el domingo", agregó Alonso. "Venimos de ganar cuatro carreras consecutivas y creo que el domingo estaremos en condiciones de luchar por la quinta".
En contraste, Michael Schumacher no se mostró especialmente pletórico. "Lo que hemos hecho hoy no me deja vislumbrar nada prometedor", confesó el piloto alemán. "Debemos analizar todos los datos de que disponemos y comprobar en que áreas podemos mejorar el coche. Hay mucho trabajo para mañana por la mañana [por hoy] para realizar la elección adecuada de los neumáticos que nos permitan ser rápidos en las cronometradas y al mismo tiempo se mantengan enteros toda la carrera. Hoy hemos dado muchas vueltas. Por tanto, tenemos la información que necesitábamos". El duelo está servido. Esta vez se juega en casa de Alonso. En Imola, en terreno contrario, la victoria fue para el español.
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