El PP enturbia el clima de consenso en la primera reunión de la ponencia del Estatuto

La ponencia para la reforma del Estatuto de Autonomía acordó ayer, en su primera reunió, tener listo antes de fin de año un nuevo texto articulado para su tramitación. Los grupos pactaron cuestiones de metodología en un clima de consenso y buen ambiente del que se descolgó el portavoz del PP, Antonio Sanz, quien exigió al PSOE andaluz y a Manuel Chaves "garantías previas" de que la definición de nación no se incluirá en las reformas estatutarias en marcha, algo que escapa del ámbito autonómico andaluz. Al contrario que el resto, el PP enfatizó las diferencias de sus propuestas con las del PSOE.

Los cuatro grupos del Parlamento (PSOE, PP, IU y PA) acordaron ayer el calendario de reuniones para la reforma del Estatuto y el método de trabajo. Hasta el 9 de junio, la ponencia celebrará ocho reuniones en los que se abordará los ocho bloques en los que los letrados han dividido las propuestas de reforma de los partidos.

En esta primera fase se recogerán las coincidencias y las diferencias de los grupos en la ponencia de cuyos trabajos se informará a través de una nota institucional. Según afirmó el presidente de la comisión de Desarrollo Estatutario y portavoz socialista, Manuel Gracia, los grupos acordaron "no dar difusión en términos de confrontación política a los desacuerdos para no dificultar las negociaciones" y abogaron por que la discusión en ponencia se celebre en un clima sereno.

Discrepancias "cantadas"

A preguntas de los periodistas, Gracia aseguró que el PSOE "no quiere poner ningún elemento de desacuerdo por delante" al inicio de la negociación, aunque admitió que algunas discrepancias "están cantadas" sobre todo en asuntos referidos a la denominación de la comunidad, la organización territorial, la participación de la comunidad en órganos estatales y en los titulares de los nuevos derechos sociales. "Pero me quedo con el buen clima y el buen ambiente porque es un buen síntoma para el consenso", afirmó.

Estas palabras del portavoz socialista contrastaron fuertemente con las que pronunció minutos después el representante popular. Antonio Sanz exigió al PSOE y al presidente de la Junta, Manuel Chaves, "garantías previas", antes de abordar la reforma del Estatuto, de que las comunidades autónomas no se puedan denominar nación o comunidad nacional y a que en los Estatutos no se puedan establecer modelos de financiación. Ninguna de estas demandas figura en la propuesta del PSOE, aunque PA e IU sí asumen esas definiciones. Sanz no tuvo reparo en reconocer que lo que propongan estos dos grupos no acapara su atención sino que lo que le "interesa" es la opinión del PSOE. Tampoco el PSOE está de acuerdo con ir más a allá de los principios de financiación, como ocurre ahora, en el nuevo texto estatutario, de ahí que resultara chocante que Sanz planteara estas demandas a los socialistas. Cuando se le preguntó a qué obedecía estas peticiones, contestó con que Chaves "le ha reído las gracias" al presidente catalán, Pasqual Maragall.

El popular también exigió "la retirada" de la propuesta "errática" y "peligrosa" del PSOE andaluz de gestionar los ingresos de la Seguridad Social, aunque manteniendo la caja única, una propuesta que el propio Chaves se mostró ayer dispuesto a negociar. Sanz incluso puso peros al calendario que acordó la ponencia y abogó por la "prudencia" a la hora de marcar los tiempos. A Sanz tampoco le gustó que los periodistas le recordaran que en las propuestas de PSOE y PP sobre la reforma hay más coincidencias que discrepancias. "Aparentemente hay coincidencias, pero no las hay", subrayó.

El socialista Manuel Gracia comentó sobre las exigencias del PP: "No podemos acceder a lo que no hemos planteado. No sé por qué se inventan fantasmas".

El mismo tono conciliador que el socialista utilizaron los representantes de IU, Antonio Romero, y del PA, Pilar González. El primero aseguró que la ponencia nace con "voluntad de consenso" y defendió que el Estatuto recoja principios de financiación manteniendo el criterio de la solidaridad.

González abogó por un debate sereno y afirmó que los tres objetivos del PA era elevar el autogobierno de Andalucía, codecidir con el Estado en asuntos que le afecten y elaborar un Estatuto útil para el relanzamiento cultural y social de la comunidad.