Patrióticas y provincianas
En un avance civilizatorio sin precedentes, el Consell Interuniversitari de Catalunya ha acordado que los profesores de las universidades catalanas que sean contratados como fijos deberán tener como mínimo el nivel C de catalán. Una medida que contribuirá decisivamente a la mejora de la calidad de la docencia y a que los científicos y estudiantes de todo el mundo se peleen por venir a nuestras universidades.
Por supuesto, eso no lo ignoran las autoridades académicas. En realidad, en privado, los mismos que defienden en sus programas "el catalanismo de la Universidad" -¿se imaginan a alguien defendiendo "¿la españolización de la Universidad?"- reconocen la insensatez de la propuesta. Muchos de los que la tendrán que padecer se sienten indignados, pero, por supuesto, no dirán nada: no quieren ser señalados.
Y así, entre todos, contribuimos a que la ficción de identidad se fortalezca. La dignidad es ya otro asunto.
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