Un pabellón para una colección de arte será la primera actuación en el antiguo matadero
El gobierno municipal cambia el plan especial para crear equipamientos en la zona
El gobierno municipal ha aprobado el cambio de usos en el antiguo matadero de Legazpi, que ocupa unas siete hectáreas al suroeste de la ciudad, junto al Manzanares, y que Alberto Ruiz-Gallardón quiere convertir en un centro de creación cultural. Las más de 20 naves utilizadas a principios del siglo XX para el sacrificio de los animales se convertirán en talleres de creación musical, plástica o literaria, y en salas de exposiciones, entre ellas, la más urgente, para acoger la colección de la Fundación Arco. Bajo tierra habrá dos aparcamientos con 1.800 plazas. Las obras durarán más de un lustro. En el contiguo mercado de frutas y verduras se estudia la construcción de un enorme edificio de oficinas.
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento aprobó el pasado jueves una modificación del Plan Especial que rige el ámbito del matadero, en función de la cual todo el suelo que antes estaba catalogado como de uso terciario pasa a ser dotacional (para equipamientos culturales). Además, se separa del ámbito la zona correspondiente al antiguo mercado de frutas y verduras de Legazpi, donde se concentrarán los usos terciarios que se pierden en el otro suelo, según fuentes de la Concejalía de Urbanismo, dirigida por la edil Pilar Martínez.
Este segundo proyecto está aún por elaborar, pero a grandes rasgos consistirá en ubicar en el antiguo mercado de frutas la Concejalía de Urbanismo y levantar, en el espacio sobrante, un enorme edificio de oficinas o de uso hostelero. La torre se convertiría en una especie de "puerta de Madrid", lo primero que se vería al llegar a la capital por el sur.
En cuanto al matadero, lo que ahora se ha aprobado es el paso administrativo necesario para empezar las obras de rehabilitación y convertirlo en un centro cultural, la principal promesa electoral de la concejal de las Artes, Alicia Moreno. Según responsables de Urbanismo, las primeras obras -la demolición de tabiques para crear naves diáfanas- podrían comenzar antes de otoño. Los presupuestos municipales de 2005 destinan 4,8 millones de euros a estas obras.
Lo primero, Arco
Además, Urbanismo y las Artes estudian ya cómo hacer realidad uno de los compromisos incluidos en el proyecto del matadero: el traslado allí de parte de la colección de arte de la Fundación Arco. Según fuentes del gobierno municipal, el alcalde ha dado órdenes para que esa obra arranque "de forma inmediata". Urbanismo está ya en conversaciones con Ifema, la empresa semipública que ahora alberga la colección de Arco.
Las naves del matadero -que llevan abandonadas casi un decenio- fueron construidas entre 1912 y 1928 por el entonces arquitecto municipal, Luis Bellido, y gozan de protección urbanística. Por eso, la rehabilitación de todo el ámbito tendrá que respetar sus fachadas y la estructura general de los edificios. Las partes que van a ser demolidas -ocho casetas, una nave y los tabiques interiores de algunos edificios- son todas construcciones no originales, añadidas al complejo a partir de 1970, según explicó el pasado octubre Carlos Baztán, coordinador general de la concejalía dirigida por Alicia Moreno.
El proyecto incluye la construcción de sendos aparcamientos subterráneos bajo el antiguo matadero: el primero y de mayor tamaño, situado bajo un espacio libre junto a la calle de Vado de Santa Catalina, contará con 1.474 plazas distribuidas en cuatro plantas; el segundo tendrá 340 plazas y dos plantas, y estará ubicado cerca del invernadero de Arganzuela o Palacio de Cristal.
Cuando anunció su plan de rehabilitación del matadero durante la campaña electoral, hace dos años, Alicia Moreno aseguró que su principal objetivo era crear un gran centro de creación artística -donde nuevas compañías de actores, escritores, cineastas y creadores de todo tipo encontraran un lugar para desarrollar su trabajo-, más que un conjunto de salas de difusión. Hasta el momento, sin embargo, el gobierno municipal sólo ha concretado que en la zona podrían levantarse "bibliotecas, archivos, fonotecas, hemerotecas, videotecas, museos, salas de exposiciones, cines, teatros, auditorios, palacios de exposiciones y congresos, salas de arte o parques científicos y recreativos", además de la colección Arco y de una Casa de Lector en convenio con la Fundación Germán Sánchez Ruipérez.
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