Los sindicatos critican en el 1º de Mayo que la región tenga la mayor tasa de empleo temporal

Almería acogió ayer los actos centrales de UGT y CCOO para celebrar el Día Internacional del Trabajo en la comunidad, una elección que perseguía dar una especial relevancia al proceso de normalización de inmigrantes. Bajo el lema unitario de "Más empleo estable y seguro, mejor protección social", los sindicatos mayoritarios incidieron en la necesidad de acabar con la temporalidad en el empleo, que registra en Andalucía la mayor tasa entre las comunidades autónomas. La cita sindical apenas contó con el respaldo de 10.000 personas en las manifestaciones que se desarrollaron en las capitales andaluzas.

Los mensajes de los secretarios regionales de ambos sindicatos coincidieron. "Estamos preocupados con las altísimas tasas de precariedad de los trabajadores", indicó el líder andaluz de UGT, Manuel Pastrana. El dirigente sindical recordó que Andalucía es, de largo, la comunidad con mayor tasa de temporalidad, con un 44,5% de sus trabajadores con este tipo de contrato (12 puntos más que la media española y más del triple del promedio de la UE). "Eso tiene unas consecuencias tremendas, cuando no hay estabilidad, no hay derechos", sostuvo Pastrana, "tiene que haber ya un punto de inflexión".

El secretario regional de UGT afirmó que la precariedad laboral afecta a todos los sectores, aunque se deja sentir "especialmente en la mujer, los trabajadores jóvenes y un colectivo de mayores que son expulsados del mercado laboral cuando llegan a los 50 años". "Eso tiene unas consecuencias tremendas, pues cuando no hay estabilidad, no hay derechos", añadió.

"No puede ser que Andalucía sea la región donde haya más discriminación y donde se dé mas precariedad", dijo Francisco Carboner, secreatario regional de CC OO. La integración del colectivo femenino en el mercado laboral requiere, según Carbonero, "liberar a la mujer de las tareas de la familia, para que éstas sean compartidas entre hombre y mujer, lo que posibilitaría su acceso al mundo laboral en igualdad de condiciones".

El responsable de CC OO también hizo especial mención al problema de la siniestralidad laboral, que se ha llevado este año ya la vida de 30 trabajadores andaluces. "hay que erradicar los accidentes laborales", dijo Carbonero, quien hizo un llamamiento a los empresarios para que "cumplan las normas de seguridad laboral" y a la Justicia para que "lleve al banquillo" a quienes no las cumplan.

La inmigración también estuvo presente en las declaraciones de los líderes sindicales. "Queremos que esta manifestación vaya unida a los inmigrantes, que es el colectivo de trabajadores con más dificultades en sus condiciones laborales", explicó el secretario regional de UGT. "Pese al proceso de normalización de inmigrantes, hay un incumplimiento de las normas laborales y desregulación del mercado del trabajo", afirmó el dirigente de de CC OO. Los sindicatos mayoritarios eligieron Almería (la provincia andaluza con mayor proporción de población inmigrante) para desarrollar su acto central y mostrar así su implicación con la defensa de los derechos laborales de los inmigrantes. Sin embargo, en su manifestación (poco más de un millar de personas) apenas hubo trabajadores inmigrantes y tampoco se escucharon críticas a cómo ha resuelto el Gobierno el proceso de regularización. Inmigrantes y críticas sí hubo en la protesta paralela que organizaron los sindicatos minoritarios SOC, Ustea y CNT, que reunió a unas trescientas personas en la capital almeriense.

En el resto de provincias, la situación fue similar: baja participación y mensajes contra la precariedad laboral. En Sevilla, donde la manifestación contó con la presencia del alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, y con el coordinador regional de IU, Diego Valderas, también se reclamó el mantenimiento de los puestos de trabajo en Astilleros y la empresa textil Intersur de Morón de la Frontera. En Huelva, los sindicatos mayoritarios, enfrentados por la política minera e industrial, marcharon por separado. La manifestación más frecuentada fue la de Cádiz (3.500 personas según los convocantes, poco más de un millar según la Policía Local) y la menos numerosa la de Jaén (entre 100 y 300 personas).