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EL GRAN ATASCO DE LA OPERACIÓN SALIDA

24 horas de atascos en las carreteras de Madrid durante la operación salida

Los conductores se quejan de falta de información y de escasez de agentes en las vías

Las carreteras de salida de la Comunidad de Madrid se convirtieron durante 24 horas en una trampa que atrapó a miles de conductores en espectaculares embotellamientos. Las demoras llegaron a ser de seis horas. El viernes, primer día de la Operación Salida del 1 de mayo, los atascos sumaron más de 160 kilómetros. Ayer, a las 14.00 aún persistían 66 kilómetros de retenciones. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, lamentó el caos y lo achacó a la falta de infraestructuras adecuadas. El PP acusó al Ejecutivo de incompetencia "lamentable". Y Tráfico rechazó las acusaciones de imprevisión.

Las carreteras de salida de la capital registraron hasta 160 kilómetros de atascos el viernes
"Salían a hacer pis en el arcén, las estanterías de las tiendas estaban arrasadas... Surrealista"
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La realidad de las carreteras de salida de Madrid entre el viernes y el sábado se asemejaba mucho a la ficción que reflejó en su cuento La autopista del Sur, de Julio Cortázar, en el que un atasco se prolongaba durante tanto tiempo que los conductores acababan formando una especie de comunidad y todos terminaban por conocerse.

La situación de colapso se vivió el viernes de forma especial en la A3 (Madrid-Valencia) y en la A4 (Madrid-Andalucía), pero también produjo retrasos importantes en la A6 (Madrid-A Coruña), y la A-1 (Madrid-Burgos). A las 19.30 horas del viernes se registraban más de 160 kilómetros de embotellamientos en las salidas de la capital. Hasta seis horas de demora tuvieron que soportar algunos conductores. En otras comunidades también se produjeron complicaciones. Desde la madrugada del sábado persistieron los problemas. A las 14.00 horas todavía había 66 kilómetros de retenciones en Madrid, que durante la mañana llegaron a los 101. La A3 seguía siendo la vía con más problemas, con 30 kilómetros, junto a la A6, con 26. La situación se normalizó por la tarde. Los usuarios se quejaban de falta de información y de ausencia de agentes en la carreteras, de tardanza en habilitar los carriles adicionales y de que la DGT pidió tarde a los conductores que retrasaran la salida.

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Algunos llegaron a desistir en el intento. Piedad y su familia lo intentaron en dos ocasiones. Siete personas en su coche -ella, su marido, dos niños, la cuidadora y dos abuelos- con destino a Denia. Salieron a las 15.00. "Decidimos dar la vuelta en el kilómetro 45 de la A3, después de cuatro horas. Fue horrible, conseguimos ver la película La vida de Brian mientras avanzamos sólo 20 kilómetros". Decidieron intentarlo nuevamente de madrugada: "Y tuvimos que regresar otra vez. Estábamos en la misma situación, y sobre todo nos daba pavor la vuelta".

Charo y su marido aguantaron medias de nueve kilómetros por hora. Salieron de la capital a las 18.00 del viernes y llegaron a Alicante a las 3.30. "No entiendo por qué no se habilitó el carril contrario. No había mucho tráfico de entrada", comenta. Y continúa: "Era impresionante ver cómo salían de los coches para hacer pis en el arcén y estiramientos, las estanterías de las tiendas de las gasolineras estaban arrasadas.... Surrealista".

Otras ocho horas y media desde Madrid a Torrevieja tardó Maribel, que describe las gasolineras como "el día de Reyes en el Corte Inglés". Y explica que lo que más enfadaba a la gente eran los mensajes de los paneles informativos ("Modere su velocidad"), cuando llevaban horas sin avanzar apenas.

A las 14.30 del viernes, Miguel López enfiló por la A3 hacia Mojácar. Tardó ocho horas. "Cuando pensabas que ya salías del atasco, llegaba otro. También me sorprendió ver muchos camiones en la carretera", asegura. La ratonera en la que se convirtió la A3 también mantuvo a Alicia ocho horas en la carretera para llegar a Alicante desde Guadalajara. "Un caos total. Podías estar 20 minutos sin avanzar un metro, llamabas a DGT y te encontrabas el contestador. Además, cuando se despegaba la carretera, muchos empezaban a correr como locos. Nunca me sentí tan insegura en el coche".

En el mismo atasco se encontraban Esther y Leonardo, que cuando se incorporaron a la A3 desde la R3 se encontraron con 80 kilómetros de retenciones. "Había muy pocos policías, y no se habilitó un carril de descongestión hasta las 22.00", explican. Tardaron ocho horas. Los vestíbulos de los hoteles de Alicante se convirtieron en un hervidero de gente contando sus hazañas: "Tenemos una boda a las cinco y a mis padres les quedan 100 kilómetros para llegar", comentaba Rafael, que había salido a las 5.00 de Madrid.

En la A4 vivió su odisea Fernando, que tardó nueve horas en ir de Madrid a Sevilla. Se encontró con un kilómetro de cola para repostar, pero lo que no vieron, asegura, es agentes. Manuel, que sufrió en la misma carretera, tardó seis horas en llegar a Andalucía. "A mí otra vez no me pilla", asegura.

Tampoco fue fácil el trayecto para los que intentaban dejar la capital por la A6. El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Alfredo Prada, salió hacia León a las 15.00 y llegó seis horas más tarde. Prada asegura que las condiciones para salir de la capital eran la de cualquier viernes normal: "Es una imprevisión total", indica.

Con información de Elsa Granda, Andrea Rizzi, Ezequiel Moltó y Eva Batalla.

Atasco en la A-3 a la altura del kilómetro 40 en dirección a Valencia a las 13.30 de ayer.
Atasco en la A-3 a la altura del kilómetro 40 en dirección a Valencia a las 13.30 de ayer.CLAUDIO ÁLVAREZ

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