"Hacer canciones es una forma de combatir el olvido"

Ismael Serrano (Madrid, 1974) presenta en Bilbao Naves ardiendo más allá de Orión (Universal), su sexto elepé, en el que combina programaciones y el sonido de instrumentos como djembé, clarinete y saxofón entre temas rumberos, de regusto jazzístico, valses, canción de autor y alusiones a Los Chichos y a Sabina. Dice rebelarse "contra la atomización de la sociedad que imprime un individualismo feroz, y ante la idea que no hay alternativa al modelo planetario".

Pregunta. El single puede hacer pensar que es un disco rumbero.

Respuesta. Sí, lo cual es una putada para un cantautor que no basa su carrera en un hit radiofónico. Ésa no sería la mejor definición para un disco ecléctico en el que sí hay una rumba de corte muy clásico porque la letra lo exigía. Pero esa putada la impone la radio e Internet, que impone el consumo de canciones y desaparece el disco como concepto global.

P. Dedica canciones a El Vaquilla, a cajeras de supermercado y a las víctimas del 11M. ¿Es la realidad su inspiración?

R. Sí, se trata de ser permeable, estar en contacto con la realidad y cantarle a aquello que te emociona. Y hay muchas cosas de la realidad que me emocionan y me evocan sentimientos que desembocan en canciones.

P. Toma su título de Blade runner.

R. Sí, hace referencia a un clásico de la ciencia ficción que siempre me gustó. Haciendo un repaso a las canciones, me di cuenta de que se hablaba mucho de la fugacidad del tiempo, la fragilidad de las cosas, la precariedad que nos toca vivir en todos los ámbitos de la vida, y me acordé de esa secuencia final. Hacer canciones es una forma de combatir el olvido y rescatar de él cosas que uno cree importantes.